El Concello de Forcarei instalará una potabilizadora en el depósito municipal de Forcarei en el marco de una actuación urgente orientada a poner fin a los episodios de turbidez del agua de la traída municipal que se producen ocasionalmente en parte del casco urbano forcaricense cuando se producen jornadas de fuertes lluvias tras un período seco. Su pretensión es poner fin así a “un problema que se remonta a muchos años atrás”, según fuentes municipales.

Para determinar las causas de la citada turbidez ocasional del agua se efectuó una detallada revisión técnica de la traída. Y, según las mismas fuentes, se constató “la derivación de una notable cantidad de sedimentos óxidos a través de una de las dos líneas de captación del agua”.

La solución ideada supondrá la ejecución de mejoras en el depósito principal de Forcarei -el más antiguo se usa solo como apoyo puntual- al objeto de reforzar los sistemas de decantación y depuración, proceso llamado a eliminar los sedimentos del agua de la traída. Para ello, se instalará una potabilizadora compacta. El tratamiento del agua conllevará desinfección previa, floculación, decantación, filtración y una nueva desinfección antes de la distribución domiciliaria.

Aunque todavía está pendiente de concretarse el presupuesto definitivo, el equipo de gobierno liderado por la alcaldesa Verónica Pichel prevé obtener los fondos de remanentes de líneas de subvención, esto es, de las cantidades que se ahorra el Concello en los procesos de adjudicación de otros proyectos.

La máxima mandataria municipal decidió solucionar el problema intentando aprovechar las infraestructuras ya existentes, dada la operatividad del depósito y sus características (dado que está muy integrado en su entorno, muy próximo al centro de salud y al cuartel de la Guardia Civil). No obstante, habrá que ejecutar una parte de obra civil para reforzar y mejorar los dos depósitos.

Fuentes municipales destacaron hoy que existe en el Concello un antiguo proyecto de reforma de la red de abastecimiento de agua fechado en el año 2012 que planteaba la construcción de un nuevo depósito. Exigiría una inversión de aproximadamente un millón de euros. Es “una actuación para la que los anteriores gobiernos municipales nunca consiguieron financiación”, remarcaron las mismas fuentes. No obstante, tanto Pichel como los técnicos con lo que consultó esta cuestión entienden que ”en este momento no es necesaria la ejecución de esta obra”. Remarcan que la solución que se acometerá tendrá carácter permanente. Con carácter de urgencia se ejecutará solo una primera fase.