El modelo para la peatonalización de la zona más céntrica del casco urbano de A Estrada que tiene en mente el gobierno que encabeza José López Campos supondría una verdadera humanización. El formato actual y provisional de vallas limitando el acceso de los vehículos se vería totalmente superado por una solución definitiva que varíe completamente la imagen adoptada tras el estado de alarma. De hecho, el alcalde apuntó que la intención sería levantar el pavimento actual y colocar uno nuevo, de tal manera que se borraría el carril central reservado ahora a la circulación para plasmar la imagen de una zona verdaderamente peatonal. Acompañando al nuevo pavimento, se renovará el mobiliario urbano.

Los fondos. Es la otra cuestión sobre la que se pronunció el munícipe. Reconoció que los procesos de humanización y movilidad tienen en estos momentos encaje en una variada oferta de convocatorias de subvenciones, muchas de ellas con fondos europeos. Sin embargo, no dejó de reconocer que A Estrada ya se encuentra gestionando proyectos de gran envergadura con fondos de la Edusi y la Idae, que comportarían un peso nada despreciable para la Tesorería municipal en la medida en el que el ayuntamiento tiene que adelantar los fondos antes de percibir las correspondientes ayudas, siempre tras la certificación de las obras. Otra las opciones para la financiación que se plantea el ayuntamiento pasa por el Plan Ágora de la Diputación de Pontevedra, aguardando que existan importantes fondos para 2021.

Parcial hace 16 años

En la primavera de 2003 las ideas para la peatonalización parcial del centro de A Estrada se plasmaron sobre el papel. El aparcamiento desaparecía en las calles Peregrina y Ulla, mientras que para Calvo Sotelo, antes con estacionamiento a ambos lados, quedaban solo 12 plazas y un único sentido circulatorio. En septiembre de ese mismo año la maquinaria se puso en marcha. Tenía por delante cuatro fases para ir avanzando en la peatonalización parcial: Porta do Sol y Rúa Ulla; Calvo Sotelo desde el cruce con la calle Castelao hasta la intersección con Justo Martínez; de Justo Martínez hasta A Farola y, por último, la rúa Peregrina. Cada una de ellas debía incluir obra civil, instalación de la red de gas y alumbrado, árboles y mobiliario urbano.

Los cambios de rasante desaparecieron. Las aceras ganaron su batalla contra la calzada. Se ensancharon y se adornaron con bancos y arbolado. Los contenedores pasaron a ser subterráneos, mejorando la estética de estas céntricas vías y el aparcamiento quedó finalmente limitado a zonas principalmente pesadas para las labores de carga y descarga. El 24 de junio de 2004 se procedió a inaugurar la semipeatonalización de Calvo Sotelo, Ulla y Peregrina.