Una bicicleta conocida por medio pueblo no podía quedar en el olvido. A finales del pasado mes de agosto, la madre de Adrián, Meritxell Silva, denunciaba la desaparición del vehículo y también de una mochila que llevaba un móvil, unas monedas y una baraja de cartas. Unos objetos significativos para su hijo, no por el valor económico sino por el sentimental "ya que nunca se despega ni de la bici ni tampoco de la mochila". Una publicación en las redes sociales hizo que numerosos vecinos pusiesen su granito de arena compartiendo el estado.

Cuando parecía que ya no habría vuelta atrás y que Adrián no podría recorrer las calles de Lalín en su adorada bicicleta, una llamada en uno de los locales comerciales de Silva lo cambió todo. "Un joven me localizó en la tienda y me dijo que estaba por la zona del Pontiñas, en el cruce que pasa por debajo de la calle del Puente y que tenía allí delante una bicicleta", señala. El joven ya había buscado la publicación para comprobar si era la bicicleta de Adrián, al verificar que sí, decidió llamar a Silva. "Inmediatamente fuimos hasta allí y ya vimos que sí era". Cuando llegaron con ella, "Adrián no podía de la emoción, empezó a darle besos y ya dijo que marchaba para casa con ella; creo que va a tardar en ver la luz, para que no le vuelva a pasar lo mismos", explica la madre feliz. Silva comenta que el vehículo estaba en buen estado, "apoyada en un árbol, por eso creemos que alguien la dejó allí aposta".

Lo más satisfactorio para esta familia es ver "como se ha portado el pueblo, compartiendo la publicación, llamando siempre alguien para preguntar si la habíamos localizado y ver que un joven la ve y nos avisa, fue muy agradable, y todo por Adrián", puntualiza. Agradece todo el cariño que ha recibido su hijo durante estos días, "porque para él no era una bicicleta cualquiera". En cuanto a la mochila, ya no tienen esperanzas en recuperarla, "no es por lo que llevaba, que casi no tenía dinero, pero era especial porque se la regalara el cantante de la orquesta Cinema y le tenía mucho aprecio", relata la madre. Afirma que seguramente la tirasen en cualquier contenedor al ver que no tenía nada importante ni de valor. "Lo que para muchos de nosotros sería algo insignificante y que se puede comprar otro, para él es mucho más que eso, porque ve el mundo de otra manera y le afectan las cosas de otra manera, por eso cuando vio la bicicleta después de tanto tiempo, se emocionó tanto,.