El futuro del colegio Sagrado Corazón de Lalín pasa por su venta a una sociedad interesada en dar continuidad a la veterana institución educativa. Esta responsabilidad recae en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra que, en principio, debería tomar una decisión esta semana. Así al menos se indicó por parte de la administración concursal, el pasado jueves. Encima de la mesa hay dos propuestas: la del grupo Scientia School y la de Manuel Gil.

Pero al comité de empresa la adjudicación del centro no debe realizarse con tanta premura y primero, señala, deberían conocerse las líneas y unidades concertadas ante la administración autonómica y la propia sociedad. Estas fueron algunas de las consideraciones que Elsa Canda -representante del comité de empresa- y Xosé Nogueira -asesor de CIG-Ensino- le trasladaron en el día de ayer al titular de sala de lo Mercantil en el transcurso de una reunión. Allí le hicieron saber su postura acerca de que sería, a su juicio, "una temeridad" iniciar el próximo curso con una reducción del cuadro de personal de en torno el 60% -como manifestó Scientia School en su propuesta de compra- cuando a día de hoy se desconoce el concierto con Educación. En consecuencia, el comité entiende que la alternativa más "responsable" y "justa" pasaría por un comienzo del curso con el actual cuadro de personal mientras no exista un pronunciamiento de la administración educativa pues, considera, el problema económico del colegio deriva "exclusivamente de una pésima gestión del administrador, Joaquín Pereira Somoza". Achacan al propietario del colegio -ahora en manos de una administración concursal- las dificultades del centro, que nunca deben imputarse a los trabajadores, "que fueron capaces de rematar un curso académico redoblando trabajo y esfuerzos para atender una formación a distancia inesperada y teniendo que valerse, en muchos casos, de sus medios y recursos".

Al juez le fue solicitado que tuviese en consideración la realidad del contexto socioeconómico de Lalín y no se atendiese en exclusividad a la viabilidad económica de una empresa, pues no se trata de una sociedad privada cualquiera, sino de una con un objeto social que presta un servicio a los ciudadanos y que se verían con serios problemas si, a poco más de un mes para inicios de septiembre, no pudiesen escolarizar a sus hijos. También incide el comité en la singularidad de la pandemia sanitaria, el protocolo de la Consellería de Educación y, sobre todo, los ratios de alumnos existentes en los otros centros educativos públicos del término municipal.

El comité, que no se posiciona por ninguna de las dos ofertas para la compra del centro, señala que el pasado día 21 fue convocado por la administración concursal para conocer la propuesta de compra de Scienta School, donde se les trasladó que en el proceso de adquisición de la "unidad productiva" se aplicaría un recorte de entre el 50 y el 60% al cuadro de personal. La otra oferta, recuerda, pasa por el alquiler de dicha unidad productiva.

"No entendemos la prisa actual que manifiesta tanto la administración concursal como Scientia School en la venta de la unidad productiva, máxime luego de presentarse y retirarse tres veces al proceso de adquisición del centro", señala. Entiende el comité, y así se lo comunicó ayer el juez, que cualquier opción de regulación empresarial de calado requiere ser analizada con la suficiente cautela y tiempo "para asegurar un futuro viable a la decisión acometida". Además de asegurar que no tiene constancia de que la administración concursal haya trasladado al juzgado las dos propuestas de compra, el comité aduce que la viabilidad real del colegio depende en gran medida de las unidades que entren en el concierto para el próximo curso y que la consellería establezca, "algo que a día de hoy no se produjo o al menos no se tiene constancia pública.

Por otro lado, denuncia que no dispone de la documentación necesaria para poder conocer la situación real del centro como número exacto de empleados o alumnos matriculados. Esta última cuestión es considerada esencial para establecer un plan de viabilidad.