Cerdedo-Cotobade registra una media anual de 18 incendios y una superficie arrasada por el fuego de 133 hectáreas. Es el balance que arroja el análisis previo efectuado por el Concello de Cerdedo-Cotobade para elaborar su Plan Municipal de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais. Este documento -que acaba de concluir la administración local y ya tiene completamente operativo, se centra especialmente en la protección de las 17.960 hectáreas del municipio copadas por monte y matorral. Esa superficie supone más del 80% del territorio de Cerdedo-Cotobade.

Así lo indicaron en la pasada jornada fuentes municipales, que también recordaron que el documento fue aprobado inicialmente a finales del pasado mes de junio y que ya superó la fase de información pública.

El Plan Municipal de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais está especialmente orientado a la adopción de medidas preventivas, de extinción del fuego y de vigilancia (de acuerdo con la previa identificación de riesgos). Asimismo, según las mismas fuentes, se verá complementado con acciones de conciación de la población y de promoción de la colaboración vecinal, tal y como se explicita en sus casi 400 páginas.

Pese a la importancia de esos 18 incendios y 133 hectáreas quemadas anuales, desde el Concello de Cerdedo-Cotobade se hace notar que esas cifras ya arrojan una importante reducción con respecto a ejercicios anteriores. A ese respecto, inciden en que solo en la oleada de incendios de 2006 ardieron 4.377 hectáreas en todo el término municipal, una cifra muy superior a las 1.332 arrasadas por el fuego en la última década.

El estudio profundiza en las características del término municipal, haciendo notar que el 60% de su superficie está catalogado como monte vecinal y que la orografía especialmente agreste -con zonas de mucha pendiente- dificulta la adopción de medidas.

Como zonas de mayor riesgo, el plan cita Tenorio, Viascón y Borela. Copan el 78% de la superficie quemada en la última década. También menciona a San Xurxo de Sacos, aunque en menor medida, ya que registra muchos focos pero con escasa incdidencia. Agrega el plan que al menos el 70% de los fuegos son intencionados.

Como medidas preventivas, impulsa el establecimiento de puntos de vigilancia en Quireza, San Xurxo y Viascón "por su vulnerabilidad y condiciones de visibilidad y la gestión municipal de la biomasa, de manera directa sobre las infraestructuras, equipamientos y líneas eléctircas y de modo indirecto en los entornos de los núcleos y de estos espacios con franjas de protección de 50 metros".

Señala que todo ello se ve complementado con el mantenimiento de los 600 kilómetros de red viaria -incluyendo caminos-, la realización de quemas controladas, la limpieza de los 140.000 metros de cortafuegos y la reposición de 45 puntos de agua -6 para helicópteros en Borela, Arén, Vilariño, Corredoira, San Xurxo y Tenorio y 39 terrestes- que permiten suministrala a la totalidad del territorio en una isocrona máxima de 10 minutos.

También alude a los medios humanos del Distrito Forestal, Seaga, brigadas municipales, Protección Civil y personal complementario para desbroces, que actuarán especialmente en épocas de alto riesgo -de julio a septiembre- y medio (entre marzo y junio y octubre). Y establece cuatro códigos de alerta, con distintos protocolos según la gravedad del caso.