La confirmación del cierre de la oficina de Abanca en Ponte Ledesma provoca "indignación" entre sus clientes, que rebaten los argumentos esgrimidos por la entidad para justificar su decisión. Les avalan el millar de firmas recogidas este mes en parroquias de los concellos de Vila de Cruces, Silleda, A Estrada, Boqueixón y Touro. Fueron entregadas el lunes en el Concello de Boqueixón -que aprobará una moción y la remitirá a los otros cuatro- y ayer en el Instituto Galego de Consumo y las dejarán en Abanca en Lestedo. La otra alternativa es Vila de Cruces, y ambas distan más de 15 kilómetros de la clausurada. Los damnificados niegan la baja afluencia de clientes a la oficina de Ponte Ledesma, pues "siempre hay cola". Tampoco la digitalización es la solución, y menos para la gente mayor.