El 70% de los incendios registrados en la última década en Cerdedo-Cotobade fueron intencionados. Es la conclusión que arroja el Plan Municipal de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais que el municipio aprobó inicialmente a finales de junio y que, tras superar la fase de información pública, ya está completamente operativo.

El documento menciona como zonas de mayor riesgo Tenorio, Viascón y Borela. No en vano, copan el 78% de la superficie quemada en la última década. También menciona a San Xurxo de Sacos, aunque en menor medida, ya que registra muchos focos pero con escasa incidencia.

Los datos recogidos en el estudio apuntan que Cerdedo-Cotobade registra una media anual de 18 incendios y una superficie arrasada por el fuego de 133 hectáreas. Es el balance que arroja el análisis previo efectuado por el Concello de Cerdedo-Cotobade para elaborar el citado Plan Municipal de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais. Este documento se centra especialmente en la protección de las 17.960 hectáreas del municipio copadas por monte y matorral. Esa superficie supone más del 80% del territorio de Cerdedo-Cotobade.

Así lo indicaron hoy fuentes municipales, que también indicaron que el plan está especialmente orientado a la adopción de medidas preventivas, de extinción del fuego y de vigilancia (de acuerdo con la previa identificación de riesgos). Asimismo, se verá complementado con acciones de concienciación de la población y de promoción de la colaboración vecinal, tal y como se explicita en sus casi 400 páginas.

Pese a la importancia de los 18 incendios con 133 hectáreas quemadas anuales, desde el Concello de Cerdedo-Cotobade se hace notar que esas cifras ya arrojan una importante reducción con respecto a ejercicios anteriores. A ese respecto, inciden en que solo en la oleada de incendios de 2006 ardieron 4.377 hectáreas en todo el término municipal, una cifra muy superior a las 1.332 arrasadas por el fuego en la última década.

El estudio profundiza en las características del término municipal, haciendo notar que el 60% de su superficie está catalogado como monte vecinal y que la orografía especialmente agreste -con zonas de mucha pendiente- dificulta la adopción de medidas.

Como medidas preventivas, impulsa el establecimiento de puntos de vigilancia en Quireza, San Xurxo y Viascón “por su vulnerabilidad y condiciones de visibilidad y la gestión municipal de la biomasa, de manera directa sobre las infraestructuras, equipamientos y líneas eléctricas y de modo indirecto en los entornos de los núcleos y de estos espacios con franjas de protección de 50 metros”.

Señala que todo ello se ve complementado con el mantenimiento de los 600 kilómetros de red viaria -incluyendo caminos-, la realización de quemas controladas, la limpieza de los 140.000 metros de cortafuegos y la reposición de 45 puntos de agua -6 para helicópteros en Borela, Arén, Vilariño, Corredoira, San Xurxo y Tenorio y 39 terrestes- que permiten suministrarla a la totalidad del territorio en una isocrona máxima de 10 minutos.

También alude a los medios humanos del Distrito Forestal, Seaga, brigadas municipales, Protección Civil y personal complementario para desbroces, que actuarán especialmente en épocas de alto riesgo -de julio a septiembre- y medio (entre marzo y junio y octubre). Y establece cuatro códigos de alerta, con distintos protocolos según la gravedad de cada caso.

El alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, considera la lucha contra el fuego “una absoluta prioridad siempre y más con los siete focos de fuegos que tuvimos ayer y que desgraciadamente fueron provocados”. Considera que la “evolución en estos años fue moderadamente positiva” pero admite que en la luzcha contra el fuego “nunca se alcanza la plenitud yaque no consiento que arda ni un solo metro cuadrado”. Asegura que desde el Concello están “trabajando mucho” al respecto y se muestra convencido de que el plan “nos va a ayudar aun más, ya que implementa medidas y establece acciones de mejora que ya están reduciendo la afección y la incidencia de los fuegos” si bien, en todo, caso, “nunca se puede bajar la guardia y lo sucedido ayer es un ejemplo de ello aunque hay que agradecer el enorme y rapidísimo trabajo de los equipos de extinción”.