Desde que el puente medieval de Pontevea -construido en el siglo XVI pero con reconstrucciones importantes en el siglo XVIII- fuese declarado BIC en 2017, el Concello de Teo ha acometido un acondicionamiento de la orilla coruñesa más próxima a esta infraestructura. La zona está asfaltada y presenta un panel informativo, bancos de madera con vistas al río Ulla y a A Praíña así como un parking de bicis en el que los usuarios pueden "aparcar" sus bicicletas, su alternativa de movilidad sostenible, mientras que disfrutan del puente y del A Praíña.