No habrá curro en Sabucedo este año, pero la Rapa continúa adelante. Por algo se dice que esta tradición no se limita, ni mucho menos, a los trabajos que se realizan el primer fin de semana del mes de julio. En el día después de la asamblea vecinal en la que se acordó la suspensión de la fiesta este año por precaución sanitaria, alrededor de medio centenar de personas subieron al monte para participar en una jornada de control de las manadas de O Santo. Fue la primera respuesta al llamamiento de Rapa das Bestas para que los vecinos se sumen en mayor medida a las labores que se realizarán a lo largo de todo el año para el bienestar de los caballos, habida cuenta de que no le podrán facilitar los cuidados que se le dispensan en el curro.

En concreto los de Sabucedo estuvieron ayer controlando a las manadas y retiraron uno de los machos que sobraba en una de ellas para favorecer que estos grupos de équidos se hagan más grandes y se evite así su dispersión por el hábitat que ocupan. Además, los trabajos permitieron cambiar a algunas mandas para otra zona de pasto, superado los pasos canadienses. Toda esta actuación se desarrolló entre los montes de Corvos y Montouto, así como en el pastizal de Quireza.

La subida al monte brindó también la ocasión de comprobar que los animales se encuentran bien y que los desbroces realizados por Rapa das Bestas permiten que tengan alimento.