La comunidad educativa del colegio Figueiroa de A Estrada quedó ayer sumida en la consternación tras conocerse el repentino fallecimiento de una de las profesoras de este centro educativo, uno de los de mayor volumen de matrícula del municipio. La docente, Loli Carracedo, sufrió un desafortunado accidente doméstico que desembocó en este trágico desenlace. Este año fue la profesora de los alumnos del aula B del quinto curso de Primaria. Padres y madres de estos estudiantes subrayaban ayer la dedicación y preocupación mostrada por la maestra durante todo el confinamiento y el período del estado de alarma, en todo momento abierta a atender las dudas que en esta atípica situación pudiese tener sus alumnos.

Natural de la parroquia de A Somoza, compañeros de esta estradense señalaban ayer su gran vitalidad y su espíritu colaborador y comprometido con la labor docente. "Era una compañera y una profesora extraordinaria. Se va una muy buena persona y una docente magnífica", apuntó el director del colegio, José Manuel Reboredo.