Quien haya ido en alguna ocasión a la playa fluvial de Liñares habrá disfrutado de la belleza del entorno. Una frondosa robleda permite gozar del verano en un placentero sol y sombra, mientras las compuertas cerradas llenan la zona de baño para sofocar el calor de los días en los que el termómetro se dispara. Hasta ahora este oasis era solo para los integrantes de la sociedad Río Ulla. La apuesta por abrirlo a todos los estradenses brinda desde hace diez días a todos los ciudadanos la ocasión de relajarse en este privilegiado entorno, muy próximo al casco urbano. El calor de las últimas jornadas ayudó a colgar el cartel de completo, después de que se llegase a cubrir el aforo de la zona de playa. La creciente demanda de este recinto, animada por la particularidad de esta temporada estival, avala el iniciado proceso de municipalización de este paraje.
Tomando en consideración la vigente normativa, el Concello fijó en 200 personas el aforo máximo de la lengua de arena de la playa fluvial, estableciendo en 600 usuarios el máximo permitido en el resto de estas instalaciones. El pasado fin de semana fueron alrededor de 150 las personas que cada día extendieron su toalla en este arenal, llegando el lunes al límite permitido y obligando a colocar el cartel que impedía el acceso de más personas al área de playa. Fuentes municipales concretaron que la media de bañistas en los 10 primeros días de apertura del recinto a la ciudadanía se fija en los 100 usuarios por jornada. Y creciendo.
Todo ayuda. Además de la propia belleza del paisaje fluvial y del hecho de que este año sean muchos los vecinos que apuestan por quedarse en el municipio en sus vacaciones, la oferta de la propia playa para sentirse cómodo al aire libre favorecen esta elevada visita. La arena fue completamente renovada, se hicieron desbroces y mejoras en la zona de arbolado y se instaló un chiringuito con terraza a pie de playa. Poco más se puede pedir.
Desde el departamento municipal de Deportes, encargado de gestionar diversas cuestiones del funcionamiento de estas instalaciones, se explicó que la alta afluencia de la playa fluvial se está dejando notar en otras dependencias deportivas que funcionan solo en los meses de verano, como son las piscinas municipales. El acceso es este año gratuito y requiere cita previa, dada la situación sanitaria. Sin embargo, hasta el momento no se han registrado problemas de aforo. Cuando se diseñó su protocolo de funcionamiento se resolvió la necesidad de solicitar la entrada con un mínimo de 24 horas de antelación y solo a través de correo electrónico. Ahora se permiten las reservas a través de Whatsapp y de la mañana para la tarde. En el caso de las piscinas, el acceso está limitado a 400 personas en toda esta amplia superficie al aire libre. En cuanto a los tres vasos existentes, en el pequeño se autoriza el baño de hasta ocho personas a la vez, 20 en el caso del mediano y 120 para la piscina grande. La apertura de la playa fluvial ha motivado un cambio en el perfil de usuarios de las piscinas. Los grupos de jóvenes se decantan estos días por reunirse junto al Liñares, situándose la media de las municipales en torno a los 40 años.
Otra de las posibilidades que está ofertando con gran éxito el recinto fluvial es la reserva de espacio para la realización de eventos. Se requiere solicitud previa, que ha de cursarse con al menos 48 horas de antelación. El interés ciudadano en gozar de este entorno natural y de convertirlo en telón de fondo para sus celebraciones puede medirse tomando como referencia el hecho de que, solo para este fin de semana, se hayan registrado ya reservas para 11 eventos, entre sábado y domingo. El Concello pide conocer detalles como el número de participantes en cada uno de ellos, aportando a los solicitantes -podrían disponer de servicio de catering, por ejemplo- una normativa específica para que sepan qué directrices han de cumplir a la hora de utilizar las instalaciones en condiciones de seguridad para todos.
Dos personas se encargan del mantenimiento diario del recinto y la playa está vigilada por un socorrista en su horario de apertura: de 15.00 a 21.00, de lunes a viernes, y de 11.00 a 21.00 horas, los fines de semana. En este horario cualquier estradense podrá acudir a plantar su bandera. No será de color azul pero sí simbolizará una conquista de todos.
