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La primera bendición de Alejandro Asorey

El nuevo presbítero dezano oficia su misa de estreno rodeado de familiares y amigos

Alejandro Asorey (tercero por la derecha) posa junto a sus familiares. // Bernabé

Las campanas repicaron ayer en Lalín por Alejandro Asorey, un joven de Donramiro que se estrenaba como sacerdote después de haber sido ordenado en Lugo hace una semana. En una ceremonia llena de espiritualidad, en la que se dieron cita familiares, amigos y fieles, Asorey estuvo ayudado por, entre otros, Miguel Asorey, su tío sacerdote, el párroco de Lalín, Marcos Torres, el vicario de la diócesis, el párroco de Chantada y una docena aproximada de curas. Antes del oficio, el nuevo presbítero reconocía sentirse "nervioso y emocionado" en el que era uno de los días más alegres de su vida desde que decidió convertirse en sacerdote católico.

La familia de Alejandro Asorey cuenta ya con un par de curas. Preguntado por el consejo que recibió de su tío Miguel antes de la celebración de su primera eucaristía, el tímido presbítero indicó que "simplemente que para él es un día de los más bonitos de su vida porque un sobrino pueda celebrar su primera misa. Tengo que decir que para mí es un orgullo ser hermano en el sacerdocio con mi propio tío" Porque el nuevo sacerdote del tradicional vivero sacerdotal dezano descubrió su vocación prácticamente sin darse cuenta. Alejandro hace memoria para indicar que "yo estaba en el seminario estudiando y poco a poco fui reconociendo la llamada del Señor en la vida de tantos sacerdotes buenos que me acompañaron en este camino, en la vida de mi tío y de tantos compañeros a los que veía ilusionados también como yo en entregar nuestra vida al Señor". El sacerdote de Donramiro tenía claro antes de entrar en la iglesia parroquial de Lalín, ayer, que durante la ceremonia daría "gracias a Dios por cada uno que me regaló a lo largo de toda mi vida. Fueron esas perlas preciosas que Dios puso en mi vida para que este día fuese posible".

Cargo eclesial

Alejandro Asorey fue conocedor antes de su estreno en la iglesia lalinense de su primer destino como sacerdote. "Estoy colaborando en la parroquia de Chantada y ayer (por el viernes) salieron por fin los nombramientos y me han nombrado vicario de Chantada", señaló mientras destacaba el hecho de que algo así no es demasiado habitual dentro del sacerdocio. El presbítero de Donramiro doblaba de esta forma su gozo porque "es todavía más ilusionante que en la víspera de mi primera misa poder saber cuál es mi destino y que éste sea en una parroquia tan querida", dijo.

Alejandro Asorey Novoa nació hace 26 años en la parroquia lalinense de Santa María de Donramiro. Tras estudiar primaria en el Colegio Comarcal, cursó ESO, Bachillerato y los estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano de Lugo, cuya biblioteca tuvo a su cargo. Realizó prácticas pastorales en San Lourenzo de Albeiros (Lugo) y San Miguel de Monterroso y, actualmente, colaboraba en la Unidad Pastoral de Chantada. Con él también se ordenó el lucense Carlos Jesús Sánchez Márquez, que pertenece a la Parroquia Santiago a Nova y que ayer ayudó en la misa celebrada en Lalín. Realizó los estudios primarios en el Colegio de los Maristas. En el año 2007 empezó sus estudios secundarios en el Seminario Menor y cuando remató el Bachillerato, fue admitido en el Seminario Mayor en el año 2013. En su etapa actual está realizando estudios de Filosofía en la Universidad San Dámaso.

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