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Ferro y Bértolo editan la biblia de los pazos de A Estrada

Condensan en medio millar de páginas sus diez años de investigación nobiliaria e hidalga

El investigador Luis Ferro, ayer, con la monografía ante A Torre y el pazo de Guimarei. // Bernabé / Javier Lalín

Mucho antes de que el soutelano José Manuel Bértolo Ballesteros se convirtiese en presidente de la Asociación de Estudos Históricos de Galicia ya recorría con el también integrante del citado ente, el investigador estradense Luis Ferro, las torres, los pazos y las casas hidalgas de A Estrada. Juntos, mano a mano, durante toda una década, se dedicaron a investigar a fondo a estas magníficas muestras de la arquitectura gallega que atesoran las parroquias de A Estrada y también vida y obra de quienes las moraron. Así, sin prisa pero sin pausa, recorriéndolas una a una, fotografiándolas con mimo y recopilando cada uno de los detalles arquitectónicos e históricos que los hacen únicos, consiguieron trenzar la visión de conjunto que ofrece la monografía Torres, pazos e casas fildalgas do Concello da Estrada. Los detalles y los secretos que atesoran sus más de medio millar de páginas convierten al volumen en una auténtica biblia de los pazos de A Estrada.

La han estructurado en tres bloques: castillos y torres, pazos y casas hidalgas. En el primero, aluden al Castelo da Raneta, la Fortaleza da Barreira, A Torre de Guimarei y la casa de los Marqueses de Aranda así como A Torre da Insua. En el reservado a los pazos, contempla el de Cervela o Valiñas, el de Correáns, el de Oca, el de Preguecido y el de Xerlís. A continuación, le dedican 300 páginas a las casas hidalgas de Araúxo, Badía de Xerlís, Ballesteros de Ribela, Barcia de Cora, Bermúdez de Castro o de los Sangro, Leira nos Muros, Maíndo, Mariño (ya desaparecido), Mondragón en Vilasusán de Remesar (también ya desaparecido), Monteagudo, A Mota, Parada, Pereiras de Curantes, Piñeiro o de la Condea, Quiñones o de los Reimóndez Figueroa de Castrotión (también desaparecida), Recarei o de A Nugalla, San Ildefonso, A Silva de Bendexa, Silva o Ribadulla de Arnois, Vilancosta y Vilanova de Remesar.

Arrojan así luz sobre sus orígenes, hechos históricos vinculados a cada una de estas edificaciones y, asimismo, detalles sobre las leyendas, las tradiciones e incluso el posible origen de topónimos y otras cuestiones de interés, tal y como hace notar el secretario xeral de Política Lingüística, el estradense Valentín García, en su prólogo al volumen.

También lo han prologado el alcalde de A Estrada, José López, y el director del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (CSIC-XuGa), Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, subrayando el ímprobo esfuerzo de Ferro y Bértolo por estudiar "de manera sistemática la arquitectura señorial estradense". Así lo acreditan, subrayó Pardo de Guevara, artículos publicados en publicaciones de prestigio como el boletín Estudios de Genealoxía, Heráldica y Nobiliaria de Galicia, Nalgures, Anuario Brigantino, Miscelánea Histórica e Cultura de A Estrada o este diario, FARO DE VIGO.

En esta época marcada por el Covid-19, Bértolo desvela que la monografía también recoge referencias a las pestes que asolaron la comarca y cómo afectaron a los nobles e hidalgos de la comarca. Uno de los Bermúdez Castro da Casa Grande dos Bermúdez de Castro de Figueiroa se fue a vivir a Lagartóns escapando de la peste. El dueño de A Torre de Guimarei, Álvaro Suárez Sarmiento no lograba alquilar en Pontevedra casas en las que habían muerto personas infectadas por la peste de 1570. Y vecinos de Tosar intentaron derrumbarle una casa al dueño del Pazo de Xerlís porque creían que quería construir allí un lazareto para enfermos de fiebres tifoideas en 1800. Y en A Estrada, solo un día después de que se presumiese en prensa de que no había casos de la fiebre española, en la seregunda quincena de octubre de 1918 se registraron muchos casos. Son detalles curiosos que ahora ven la luz gracias Ferro y Bértolo en esta auténtica Biblia de la arquitectura señorial estradense.

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