Si no existiera el coronavirus y sus consecuencias, hoy Vila de Cruces se engalanaría para celebrar la 27ª Festa Gastronómica do Galo de Curral. El año pasado la cita reunió a unas 7.000 personas, abarrotando restaurantes y llenando también las casas con familiares que viajaban de forma expresa al municipio para disfrutar de una carne con la que se pueden hacer hasta pizzas, como indican desde Casa Castro.

La crisis sanitaria suspendió la fiesta y todo el programa paralelo: actuaciones musicales de envergadura a lo largo de la jornada, campeonatos deportivos en los días previos y el festival de bandas de la tarde dominical. Pero no pudo con las ganas de celebración de los vecinos, aunque sea en la intimidad familiar o respetando las restricciones de aforo de sus restaurantes. Durante el fin de semana once restaurantes del municipio preparan gallo, tanto para comer en el local como por raciones o incluso piezas. Son el citado Casa Castro, así como Don Din; Casa Goris; Casa San Ginés; A de Rafael; A Casa da Capilla; O Refuxio; A Violeta; O Pazo; A Esghalla y A Rotonda.

Ayer las ventas fueron más bien tímidas. En A Esghalla, "tuvimos muy poca clientela, pero un poco de todo, tanto para comer en el local como para llevar" explica Ana González. En vista de que la desescalada va poco a poco, este local no va a trabajar con carta en junio, y seguirá preparando gallo por encargo. "Es un plato delicioso para el verano, dado que no tiene por qué consumirse muy caliente", añade. Ayer preparó la mitad de un gallo para un par de personas, y decidió rebajar el precio del plato de los 17 euros de otros años a 15. En Casa Don Din, para hoy tienen encargos por raciones. En su caso, se mantiene el precio porque "el tiempo de elaboración es el mismo", entre dos y tres horas y dependiendo de la edad del animal, puesto que cuanto más dura sea la carne, más tiempo precisa para su guisado. Hay también encargos para llevar formalizados ya en Casa Castro, donde también varios clientes han llamado para degustarlo en el propio local. Al igual que otros años, este negocio preparará diversos entrantes donde la carne de gallo es la protagonista. "Nosotros lo hacemos también en ensaladas, en empanadillas, croquetas o con pimientos rellenos", indican desde el negocio. Su sabor se mantiene inalterable y suele tener mucho éxito entre los clientes.

Con esta iniciativa, Cruces quiere rendir, aunque sea de puertas para adentro, un tributo a la carne que la hace famosa más allá de sus fronteras. Y hablando de fronteras, semanas atrás los criadores se organizaron para atender pedidos a domicilio de clientes foráneos. El gallo se envía envasado al vacío, troceado y con media docena de huevos de regalo. El próximo salto de esta iniciativa de la Asociación de Criadores de Galo de Curral será la puesta en marcha de un sitio web. Ahora, los criadores también tienen la mirada puesta en la Feira de Nada, donde cada 22 de diciembre se despachan cientos de animales ya pelados para que las familias preparen las tradicionales comidas con los suyos durante las fiestas navideñas.