La emoción no podía esconderse ayer en la voz de Vanessa Pardal. Desde el pasado domingo buscaba con desesperación a su perra Luna. Tras varias llamadas, una búsqueda activa y una rodilla toda magullada, Luna respondió con un ladrido débil y asustado a su llamada. La encontró hecha un ovillo junto al río.

Hace tres años esta joven nacida en Suiza y de padres emigrantes formó una suerte de Arca de Noé en Torreboredo, en la parroquia de Arca. En la mañana de ayer la despertó una llamada para ofrecerle una pista. No dejó de seguirla, de un lado para otro, hasta localizar a la perra en el entorno de Arcos de Furcos.