La tormenta que azotó la comarca a última hora de la tarde de ayer dejó varios incidentes en el casco urbano lalinense y múltiples daños en parroquias como Santiso, Méixome, Prado, Bendoiro, Bermés, Botos y A Xesta y de menor intensidad en otra docena. Entre las 17:50 horas y 18:10 horas cayeron en Lalín 17,2 litros por metro cuadrado de lluvia y granizo, según el registro de la estación de MeteoGalicia situada en el Agro de Lalín de Arriba. Siguió una segunda tromba a las 19:30 de más de 5 litros por metro cuadrado en menos de 10 minutos, de modo que en apenas dos horas se recogieron 25 litros por metro cuadrado. La estación de Mouriscade contabilizó casi 35 litros sólo con las mediciones de las últimas 12 horas del día, con un pico después de las 17:30 horas de más de 18 litros en 10 minutos.

El alcalde y varios concejales de su gobierno mantuvieron una reunión a primera hora de la mañana para coordinarse en la respuesta a los daños producidos en viales, sobre todo, alumbrado público y edificios públicos. José Crespo contactó con la conselleira de Mobilidade, Ethel Vázquez, con la presidencia de la Diputación de Pontevedra y con el presidente de la Mancomunidade Terras de Deza, Luis Taboada, para solicitar el envió de urgencia de maquinaria para hacer frente a la reparación de los daños producidos y afrontar la limpieza de viales públicos y la retirada escombros arrastrados por la lluvia y el granizo. El alcalde de Vila de Cruces dio orden a la brigada mancomunal -formada por una retroexcavadora, una motoniveladora y sus correspondientes conductores- de que se desplazara a Lalín, dirigiéndose a media mañana a Santiso, donde se detectaron los daños más importantes.

Las primeras actuaciones se acometieron ayer por la mañana en Ateán (Botos) y en los lugares de Igrexa (Prado) y Santiso do Fondo. En este último, el agua y el pedrisco -aún se mantenía sin deshacerse cuando llegaron las máquinas- se llevaron por delante el muro y la fuente de la aldea y llenaron de tierra o anegaron las eras y los silos de varias casas; también dejaron cunetas llenas de tierra y derrumbados varios torreones. Tras una primera visita de urgencia de los responsables municipales a las áreas más afectadas en la tarde noche del miércoles, los daños más importantes se detectaron, además de en la citada Santiso, en las parroquias de Prado, Bendoiro, Méixome, Botos y A Xesta, aunque también se detectaron pequeños incidentes en otras limítrofes.

La tromba de agua arrastró piedras y barro en distintas vías, incluida el Camino de Santiago en Prado, en la zona paralela a la N-525, en donde actuaron las máquinas y el personal de la brigada municipal. El río Mosqueiros provocó que el río rebasase el nivel del puente en A Laxe (Bendoiro) y tuviera que evacuar por encima de ella, produciendo un importante arrastre de tierra. En A Xesta quedó muy dañado un camino en el lugar de Fervenza, que evacuó toda el agua caída en la zona, dejando socavones que lo hacen intransitable.

En la parroquia de Méixome, el agua destrozó una pista del lugar de Castro, mientras que la conexión de Bermés con Santiso presentaba numerosos arrastres de tierra que dificultaban el tránsito de vehículos. En el acceso desde O Vento hacia Santiso se produjo una acumulación de tierra procedente de terrenos colindantes. En este punto empezó a trabajar el equipo de emergencias remitido por la Xunta de Galicia -compuesto por un camión, una motoniveladora, una retroexcavadora y una barredora- que, posteriormente, se desplazarían a realizar otros arreglos en el rural y en el casco urbano.

Además de los daños en el rural, la tormenta provocó inundaciones en bajos de las calles Arenal, Ponte y Matemático Rodríguez, en puntos donde los sistemas de recogida de pluviales no fueron capaces de acoger la crecida y, al igual que el pasado viernes, desbordaron para correr el caudal por las propias calles.

Filtraciones en edificios

Por último, el aguacero causó filtraciones en la guardería del Pontiñas, donde el aire levantó una de las chapas del techo y, con los canalones desbordados, permitió que el agua se introdujera en el interior de varias aulas. Tampoco fueron capaces de evacuar el agua caída los canalones del edificio de la UNED y el Auditorio Municipal de Lalin, en donde se produjeron goteras. El gobierno municipal intentará solucionar estas filtraciones recurrentes a medio plazo con un conjunto de acciones sobre la cubierta.