El BNG de Lalín reclama al gobierno local que se ponga a trabajar de cara a la puesta en marcha de un ambicioso plan de peatonalización de calles del núcleo urbano. Su portavoz, Francisco Vilariño, señala que una vez que la actuación debería estar ligada a un plan de movilidad, serían las conclusiones del mismo las que determinasen qué calles se cerrarían al tráfico, pero avanza que en su opinión debería ser un número importante de las que conforman la trama urbana.

El nacionalista recuerda que su organización política siempre defendió que las calles se reservasen para los peatones, pero ahora existen al menos dos argumentos más que defienden su tesis. Por un lado, dice, la crisis sanitaria urge que los espacios públicos sean más amplios y pone como ejemplo los cierres de rúas a vehículos que están poniendo en marcha ciudades como Vigo, Santiago y Ferrol, pero también territorios de semejante categoría a Lalín como Vilagarcía, Ponteareas, Celanova, A Estrada o incluso, en clave comarcal, Silleda. Asimismo, entiende que los negocios precisan más que nunca que sus potenciales clientes puedan caminar cerca de estos establecimientos, convencido de que la humanización es una medida beneficiosa para comercio u hostelería. "Debemos ser el concello de nuestra categoría con menos zonas humanizadas", dijo, en alusión a rúas reservadas al tránsito peatonal. Plantea además limitar la circulación de vehículos a 20 kilómetros por hora y que, al margen de los pasos de cebra, el peatón tuviese siempre prioridad ante los automóviles.

Vilariño reconoce que el plan de humanización del anterior gobierno, del que formó parte, fue insuficiente, pero que ahora "ya no se puede ir contracorriente" ante este nuevo escenario social, al tiempo que señala que el núcleo urbano cuenta con cientos de plazas de aparcamiento gratuitas a solo un par de minutos, caminando, del centro.