Manuel Crespo es uno de los cinco productores que cada sábado montan su puesto enfrente de la Praza da Torre. Como él, otros agricultores aprovechan este mercado para dar salida a sus plantaciones de alimentos de temporada de huerta. Patatas, cebollas, lechugas, repollo, castañas y también ortos elaborados caseros gozan cada vez de mayor demanda entre un perfil de cliente que busca productos de proximidad, de calidad contrastada, y, al mismo tiempo, a unos precios muy razonables.
Desde que el pasado 14 de marzo se celebrase la última feria sabatina, acumulan siete jornadas sin poder comercializar sus productos en la calle y solo algunos encargos de personas de su entorno les ayudan a darles salida a los productos de huerta. Crespo, que tiene sus huertos en la parroquia de Goiás, relata que existen unos costes de producción y sin ventas, evidentemente las pérdidas se acumulan. "Hay algunos productos que se guardan más tiempo, pero otros se pasan, así que por ejemplo le estamos dando verdura a nuestras gallinas", dice. Con todo, entiende que es razonable esperar un o más semanas para que el mercado se pueda celebrar con todas las garantías exigidas, "porque el tema sanitario es más importante". "Cuando vengan de nuevo las ferias, que sea con total seguridad para todos", concluye.
