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Vanesa Taboada Vilanova: "Los clientes te hacen el trabajo más llevadero"

"Al principio se vaciaron las baldas del papel higiénico, después fueron las lejías y ahora son las harinas"

Vanesa Taboada, ayer, en su puesto de trabajo del supermercado Gadis de Lalín. // Bernabé/Javier Lalín

Vanesa Taboada Vilanova lleva dos años trabajando como cajera y reponedora en el supermercado Gadis de Lalín. Esta cruceña madre de dos niños pequeños se encuentra junto al resto de la plantilla en primera línea durante la actual pandemia. El céntrico negocio se ha transformado desde el inicio del estado de alarma para convertirse en un fortín contra el Covid-19, a donde tanto Vanesa como el resto de compañeras y compañeros acuden a trabajar dentro de unas grandes medidas de seguridad sanitaria.

-¿Cómo están viviendo en el supermercado esta situación?

-Lo llevamos lo mejor que se puede dentro de lo que cabe. No tenemos miedo, pero es verdad que tenemos que extremar las precauciones porque nunca sabes qué puede pasar. Desde el primer día nos dieron mascarillas, guantes y pantallas protectoras para protegernos. Además, cada compra desinfectamos tanto los carros como los cestos y cada dos horas llevamos a cabo la desinfección del local.

-¿La alarma les ha cambiado los turnos de trabajo en el súper?

-Tenemos el mismo horario que tuvimos siempre. De hecho, el mantenimiento de ese horario es para evitar las posibles aglomeraciones que se pueden producir. Estamos a turnos, unas de mañana y otras de tarde, descansando los domingos. En la pasada Semana Santa nos dieron libres tanto Jueves Santo como Viernes Santo, que nos vinieron muy bien. Este ritmo de trabajo te pasa factura pero se trata de llevarlo lo mejor que podemos. Ahora se anda más cómodo por el supermercado con la limitación del aforo. Antes te venían tres de la misma familia para hacer la compra y ahora sólo te viene uno y se agradece.

-El confinamiento ha hecho que en algunos lugares de España hayan aparecido mensajes vejatorios a compañeras de profesión. ¿Qué opinión le merece esto?

-Yo no conozco ningún caso en nuestro supermercado y pienso que aquí, en Lalín, no pasó nada parecido. Personalmente pienso que se trata de una discriminación. Estás aquí dándolo todo y arriesgándote para que aparezcan cosas así. Me dan mucha pena los que nos rechazan por trabajar en esto o por si eres médico o enfermera.

-¿A qué achaca este tipo de comportamiento tan indignante?

-En estas circunastancias siempre hay alguna gente egoísta. Deberían entender que tanto nuestro trabajo como el de médicos o sanitarios son necesarios para alimentarse y para salvar vidas a muchas personas. Date cuenta de cuando te marchas para casa llevas contigo el miedo y si por encima te añaden un problema más, pues imagínate. Yo estoy casada con dos hijos y cuando llego a casa con los guantes y la mascarillas puestos, me quito todo, me desinfecto, lavo las manos y, después, me cambio de ropa para poder estar tranquila con mi familia. Cada día lavamos la ropa para poder hacer vida normal.

-¿Su familia se ha podido acostumbrar a esta nueva situación?

-La verdad es que todos los llevan muy bien. No tienen problema. El miedo es postizo, pero de momento en casa va todo bien.

-¿Cómo calificaría el comportamiento de los clientes en el supermercado donde trabaja?

-Es muy bueno. Poco a poco fueron asimilando las nuevas medidas que hubo que poner en práctica. Ya saben que tienen que guardar la distancia de seguridad. De hecho, hay unas pegatinas en el suelo para recordárselo y que no se equivoquen, aunque como digo la gente está muy concienciada después de tantos días. También saben que hay guantes y desinfectante en la entrada y no hay que decirles nada porque los cogen nada más entrar en el súper. Todo el mundo tiene el ansia de poner los guantes y desinfectarse antes de empezar a hacer la compra, la verdad. Además, pueden ver que los carros y todo lo demás está muy bien desinfectado, así que ahora ya es algo más habitual que hace unas semanas. Al principio sí que hubo que indicarles lo que tenían que hacer. Al estar tan concienciados te hacen el trabajo más llevadero.

-¿Corremos el riesgo de quedar desabastecidos si esto se prolonga demasiado en el tiempo?

-En los primeros días todo el mundo pensaba que esto iba a provocar un desabastecimiento general, pero no fue así. Sigue habiendo mercancía como siempre, siguen los camiones llegando a la misma hora y haciendo el reparto como siempre.

-¿Cambiaron los hábitos de compra de la clientela?

-Se sigue comprando lo mismo. Lo que pasa es que ahora la gente hace compras grandes para no ir todos los días al supermercado. También hay gente que te viene dos veces al día a comprar pero cada vez son más los que cargan el carro y no vuelven durante un tiempo. La gente se porta muy bien.

-¿Sufrieron el síndrome del papel higiénico de los primeros días?

-Por supuesto. En los primeros días del estado de alarma quedaron vacías las baldas del papel higiénico. Después empezó la fiebre por las lejías y los desinfectantes, y ahora es el turno de las harinas. La verdad es que es algo que no se puede explicar pero lo cierto es que pasa. De todas formas, ya te digo que a pesar de todo estamos dentro de la normalidad porque tanto nosotras como los clientes estamos muy concienciados. Una vez que echas ahí dentro tantas horas no puedes estar pensando en si te vas a contagiar o no porque si no no puedes vivir tranquila.

-¿Comentan entre ustedes cuándo podrá acabar todo esto y podremos regresar a la vida anterior?

-Hablamos de muchas cosas pero sí es cierto que todas queremos volver lo más pronto posible a la normalidad. Solemos decir que a ver cuando acaba todo esto, sobre todo porque estamos deseando hacer vida normal. Es nuestro trabajo y, por supuesto, tenemos que venir igual al supermercado con una rutina que viene de muy atrás, pero sí que vemos que hay otra gente que no va a trabajar porque está en casa o, como me pasa a mí, hay niños que están encerrados en un piso y lo pasan mal. Por todo eso es por lo que estás deseando poder volver a la normalidad. Afortunadamente, ninguno de los que trabajamos en el súper se contagió hasta ahora. Estamos bien informadas y sabemos que si apareciesen los síntomas tendríamos que dar constancia cuanto antes. Además, nos miran la temperatura todos los días nada más llegar y como te decía la labor de desinfección es total cada día para evitar males mayores. A ver si acaba esto cuanto antes.

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