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A Estrada pospondrá la Feira da Sidra y los lagareros retrasan el "abillamento" este año

El certamen estaba programado para el 6 de junio, con la previsión de que se sumasen a la cita más sidrerías internacionales - Valoran la opción de trasladarla al mes de septiembre

Un lagarero escancia sidra en la feria de 2019. // Bernabé/J.Carlos Asorey

La sidra es alegría y los tiempos no están, precisamente, para tirar cohetes. La crisis del coronavirus está teniendo un importante impacto en este floreciente sector de A Estrada. Aunque la actividad en el ámbito primario no se detiene, los lagareros locales están retrasando este año el "abillamento", como se denomina al acto con que oficialmente arranca la temporada sidrera -con la cata del caldo de este año- y que en otros lugares es conocido como "espiche". Además, la Asociación Maceira e Sidra ha decidido posponer la Feira da Sidra, programada para el próximo 6 de junio.

Desde la organización se apuesta por aplazar la feria para evitar, aun cuando pueda levantarse para entonces el estado de alarma y se haya ido recuperando la normalidad, celebrar un evento que no esté altura de las exitosas celebraciones de los últimos años. Cabe recordar que este año estaba previsto incrementar la presencia de lagares, llegados de distintos puntos de Europa, con nuevos participantes procedentes de puntos como Italia o Francia. Habida cuenta que la actual es una crisis sanitaria global, el sector apuesta por fijar una nueva fecha que no impida una concurrida celebración, tanto en lo que a sidreros como a público se refiere.

Maceira e Sidra se decanta por posponer la feria antes que pensar en la cancelación para este año. Aunque todo dependerá de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos, uno de los planteamientos iniciales apunta al mes de septiembre como una época, a priori, propicia para organizar el evento.

En las sidrerías

"Nuestro producto es un producto de hostelería y también de alegría y hoy no está la situación ni para una cosa ni para otra", apunta desde Lagar de Ribela Jesús Armenteros. Incide en que en estos momentos la situación es "critica". "Veremos cómo transcurre la evolución, pero realmente es un mazazo muy fuerte para todo lo que se ha hecho en los últimos años", señala. Es entonces cuando pone el acento en que estos lagares son microempresas "muy vulnerables a cualquier avatar". Explica que las exportaciones de esta producción están paralizadas, tanto las que Ribela realiza hacia distintos puntos de Estados Unidos y Europa como la comercialización local y autonómica. Subraya que sus clientes son bares y tiendas que en estos momentos están cerrados. "Es un efecto cadena, del cual vamos a salir absolutamente todos afectados. Esta situación nos deja a todos hibernados, expectantes", señala.

En Lagar de Ribela no se realizó el "abillamento" este año. "No tiene lógica abrir la temporada ni invitar a nadie", subraya, si bien apuntó que no existiría problema en realizar este "espiche" más tarde. "La sidra, igual que la naturaleza, sigue su curso", afirma.

En Lagar de Peroja, en Agar, tampoco se realizó oficialmente el "abillamento" si bien se reconoce que se probó la sidra de la temporada para ver cómo está siendo el resultado del trabajo realizado en los últimos meses. Venta y distribución están en estos momentos prácticamente paradas. Víctor Peroja indicó que el resultado de la cata es positivo. "La sidra siguió su ritmo independientemente de las circunstancias. Es un producto natural, que está vivo y lo suyo es ir evolucionando", declaró este lagarero.

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