Cada mañana José Gestoso Estraviz recorre las calles de A Estrada junto a sus compañeros de la firma Geseco. Así lo han venido haciendo desde principio de año y así lo seguirán haciendo a pesar de la soledad que acompaña su trabajo en las últimas jornadas. Solos en el despertar del pueblo, los barrenderos y limpiadores se han convertido de un día para otro en una importante línea de defensa para los vecinos de A Estrada en la lucha contra el coronavirus. Su nueva misión es desinfectar las calles, especialmente aquellas zonas de mayor uso por parte de los vecinos. Al frente de ese reinventado equipo destaca un hombre que no dudó en dar un paso al frente para convertirse en el encargado de sulfatar cada mañana las calles de la villa.
José Gestoso no está solo en este trabajo. Un paso por detrás marcha José Luis Suárez, el encargado del equipo y el hombre que realiza la limpieza posterior a las zonas por la que pasa el sulfatador. Cada día cuentan con un recorrido marcado, en el que se incluyen puntos claves del casco urbano, especialmente aquellos que todavía están abiertos a pesar del confinamiento. Galerías comerciales, cajeros de los bancos, complejos residenciales, panaderías, supermercados (Froiz, Día, Gadis y Familia), farmacias, ambulatorio, correos, la casa de los mayores, Radio Estrada, Emerxencias 112, el cuartel de la Guardia Civil... La lista de objetivos de José Gestoso para cada jornada de lucha es larga.
A pesar de colocarse en primera línea, este vecino de Berres de 58 años no dudó en presentarse voluntario para el trabajo. "Alguien tiene que hacerlo y yo tengo mucha experiencia en sulfatar. Llevo muchos años haciéndolo con las viñas e incluso tengo el carné de sulfatador. Es mejor que lo haga yo. Soy un profesional de las viñas", bromea el estradense enfundado en su llamativo traje blanco. Gestoso se incorporó al servicio de limpieza de A Estrada a comienzos de año y tras solo unas semanas realizando trabajos de limpieza y recogida de basura se encontró con su nueva labor. "La vida te da muchas sorpresas. Nunca pensé que terminaría haciendo algo así, sulfatando por el medio A Estrada", afirma.
Gestoso ha aportado su propio material personal para poder realizar esta labor de una manera más cómoda y eficiente. Tras pasar él por las zonas le toca a José Luis Suárez, que pasa el paño por lugares de contacto como barandillas, teclados o puertas que la gente pueda tocar a menudo.
Desde su posición a pie de calle, el vecino de Berres cree que la gente en el Concello se ha ido mentalizando poco a poco de la necesidad de quedarse en casa, viéndose cada vez menos personas por la calle. "Los primeros días la gente no hacía ningún caso. Creo que le van cogiendo miedo, tanto por los casos que aparecen como por la presencia de la Guardia Civil y del ejército. Todos tenemos que poner de nuestra parte para acabar con esto", afirma.
