Un veterinario dezano alerta de los peligros que puede conllevar su profesión al ir de granja en granja y de aldea en aldea. Considera y anima a sus compañeros de profesión a que se cubran solo las urgencias para protegerse ellos y también a los ganaderos a los que visitan.

"Debemos seguir nuestro código deontológico y todas las medidas", subraya y cree que las inseminaciones pueden esperar un mes. "Las inseminaciones son el 80% de los servicios que tenemos los veterinarios clínicos, pero considero que no es algo urgente, que no pasa nada por esperar al menos un mes, y lo importante ahora es tomar todas las precauciones". De hecho, él y otros compañeros ya han tomando esta decisión y no salen a inseminar. "Cuando las personas nos llaman para esto y se lo explicamos, ellas lo entienden perfectamente", indica. "Solo que nos encontramos con un problema. En algunos casos, algunos compañeros aprovechan la ocasión para ganar clientela, ya que si yo u otro compañero no sale a inseminar otros deciden hacerlo y creo que eso no debería ser, debe haber compañerismo", recalca.