El Concello de A Estrada se propone obligar a los propietarios de edificaciones en mal estado radicadas a lo largo y ancho de todo el casco urbano a mejorarlas para dejarlas en unas condiciones adecuadas o, si ello no fuera posible porque el deterioro estructural del inmueble en cuestión lo impide, a ejecutar su demolición. Tras instruir dos primeros expedientes en la Avenida de América y Serafín Pazo, ahora se propone actuar contra los numerosos edificios deshabitados y en mal estado existentes en la calle San Paio, que son en parte los mismos cuyas traseras afean la Rúa 56, la principal vía de acceso a la Praza da Farola para los vehículos procedentes de Santiago de Compostela.

Así lo indicó ayer el edil de Urbanismo, Gonzalo Louzao Dono, desvelando que se trata de una medida que el gobierno lleva tiempo queriendo impulsar en aras de la seguridad en la vía pública y del debido decoro en materia de condiciones estéticas. La administración local actuará por fases a lo largo y ancho de la villa, emitiendo por lotes las oportunas órdenes de ejecución de las mejoras que estimen convenientes los técnicos municipales o las oportunas declaraciones de ruina.

Una "fina línea" separa unas y otras. Si las deficiencias observadas por los técnicos no son estructurales se emitirá una orden de ejecución, de acuerdo con la regulación establecida en el artículo 136 de la Lei do Solo de Galicia 2/2016 de 2 de febrero. Si los problemas estructurales exceden el 50% del valor de la construcción, lo que se emitirá no será una orden de ejecución sino una declaración de ruina. Son los casos más gravosos y, salvo que se trate de edificios catalogados, pueden llevar aparejada la demolición del inmueble en cuestión, como ya ocurrió en los últimos meses con un viejo edificio de la Avenida de América radicado entre la farmacia de Outón y el tanatorio en el que los técnicos apreciaban riesgo para la población, por lo que tuvo que ser demolido. También está inmerso en un proceso de declaración de ruina un viejo edificio de Serafín Pazo. Son inmuebles cuyos vecinos se quejaban del riesgo de desprendimientos hacia la vía pública durante el temporal.

Y es que las órdenes de ejecución pueden ser a instancia de parte de particulares o deberse a que una administración actúa de oficio. Y así es como se propone actuar el Concello próximamente.

Según explicó Louzao, pretende garantizar la seguridad de la vía pública", como evitar el riesgo de desprendimientos de recebados, cornisas, carpinterías exteriores o cristales. "Es responsabilidad del Concello salvaguardar la seguridad" en las calles, asumió el edil. Otro de los condicionantes es estético. Aunque A Estrada carece de una ordenanza específica sobre ornato, higiene o ambientes, el Plan Xeral incluye cuestiones de este tipo y es en lo que se basará el Concello para que los propietarios asuman sus responsablidades: rematar las edificaciones (revistiendo y pintando las paredes, sin dejar a la vista materiales de construcción); mantener en buenas condiciones de uso, conservación y rehabilitación los edificios y adaptar el edificio al entorno (de acuerdo con la tipología de materiales de su entorno) para adaptar el inmueble a su entorno (favoreciendo su integración). Finalmente, también se exigirán actuaciones de seguridad, salubridad, accesibilidad universal y ornato.

Las remesas de notificaciones de incidencia se remitirán a los propietarios, otorgándoles un plazo que oscilará entre los quince días y unos meses, según los casos. Mientras que antes de 2016 ese tipo de requerimientos ya actuaban como licencia, en la actualidad hay que tener en cuenta que ya no sucede así. Los propietarios deben presentar licencia o comunicación previa para disponer de los títulos urbanísticos habilitantes para ejecutar las obras requeridas. Desde el Concello se le dará prioridad a estas comunicaciones previas y si el Concello no responde en 15 días hábiles, se entenderá que el silencio administrativo es positivo y, por tanto, que se pueden ejecutar las obras.

En cuanto a las edificaciones catalogadas, tendrán que gestionar los permisos con Patrimonio o con los organismos competentes.