Mañana, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Una de sus demandas para la igualdad real de género es la equiparación salarial. Pero las estadísticas aún indican que queda camino por andar. Un estudio de la Fundación BBVA, basado en la Encuesta de Estructura Salarial cuatrienal del INE de 2014 (es la más reciente), alerta no solo del famoso "techo de cristal", esa segregación vertical por géneros en la que las mujeres están en las escalas más bajas de las empresas y ellos dominan, con holgura, en las posiciones de más responsabilidad. Y es que hay otra segregación, la horizontal, según la que uno u otro género se concentra en determinadas ramas de actividad o sectores.

Así, el estudio de la Fundación BBVA indica que el 53,7% de las profesiones están masculinizadas (en ellas los hombres son más del 65% de la plantilla), y las profesiones paritarias, en las que hay más o menos la mitad de hombres y de mujeres, son solo el 14,8% del total. El 31,5% serían profesiones feminizadas. Y en una profesión masculinizada, a una mujer le costará más conseguir cobrar lo mismo que un compañero varón. El estudio del BBVA señala que, de media, en una profesión masculinizada, una trabajadora cobra por hora un 14,7% menos que un trabajador, mientras que en una profesión paritaria, la brecha salarial se reduce al 8,4%. La sorpresa viene cuando vemos que incluso en ocupaciones feminizadas, los hombres perciben un 11,1% más que las mujeres aunque sean menos en la plantilla.

¿Cómo se puede reducir esta brecha salarial? Con políticas educativas que fomenten la igualdad de género en todas las etapas para orientar a las personas en base a sus capacidades y no según el género con el que se identifican. Pero también es importante servir de modelo a futuras generaciones, como estos cuatro vecinos dezanos vinculados a profesiones asociadas por tradición al otro género. Ellos trabajan en profesiones feminizadas, como la enseñanza no universitaria y la salud (hay otras, como las ciencias sociales, el trabajo en tiendas de ropa o servicios de limpieza). Las dos entrevistadas abren camino en sectores como el transporte por carretera y soldadura, vinculadas por tradición al género masculino, igual que la construcción o las ingenierías.

Estas son sus historias:

Alex Fiuza Mosquera, maestro de Educación Infantil

Eva María García Porto, conductora de Grúas Lalín Deza

Manuel López Alonso, enfermero en el centro de salud de Agolada

Carolina Cabaleiro López, alumna del ciclo de soldadura