Joaquín Pereira reconoce que la situación del Colegio Sagrado Corazón do Deza es "crítica", aunque ve viable su continuidad hasta el mes de junio. El gerente de la entidad que ayer fue declarada en concurso voluntario de acreedores acusa a la directiva de la AMPA de "boicotear hasta en dos ocasiones y especialmente en la última" la venta del centro y cree que la salvación del mismo pasa por "una inyección de capital, la recuperación de la confianza mutua dentro de la comunidad escolar o que alguien compre barato durante el proceso concursal". El responsable del centro concertado lalinense compareció ayer públicamente para ofrecer su versión de los hechos y hacer un llamamiento desesperado "a todas las partes implicadas" para evitar el cierre.

El gerente del Sagrado Corazón do Deza fue especialmente beligerante con la actitud de la directiva de la asociación de padres acusándola de torpedear el futuro del centro. "Siempre he dicho que el colegio es viable pero han sucedido cosas que lo ha puesto en situación crítica tanto económicas como por el momento en que sucedió todo", indicó Pereira. El gerente no considera de recibo que "dos tercios de los padres estén pagando lo del resto" y recordó que hay entre diez y doce trabajadores que "llevan desde agosto sin cobrar". En este sentido, insistió en que la deuda del colegio ronda los 2 millones de euros "que es la misma que nos encontramos cuando se compró" y alertó sobre la posibilidad de que se puedan perder unidades del concierto si no se alcanzan el número mínimo de reservas de plazas para el próximo curso. El Sagrado Corazón do Deza tiene en la actualidad unos 300 matriculados y una treintena en la guardería infantil.

El todavía responsable del colegio no descarta que éste "pudiera tener un final desastroso" y recordó que "el administrador concursal va a juzgar mi gestión y la de los dos años anteriores porque yo si me he llevado algo o he hecho algo malo, va a estar todo negro sobre blanco porque me voy a poner a su entera disposición. Joaquín Pereira insistió en que "si hice algo mal en mi gestión tanto de manera involuntario como dolosa, lo va a decir el administrador concursal designado por el Juzgado". El gerente explicó que "en todo esto hay cosas muy raras y, también, muy poca lógica. ¿A alguien se le puede ocurrir a dos semanas de la llegada del administrador concursal ponerse a malversar o desviar fondos? Es obvio que no, pero aún así los padres no se fiaban". Pereira también aludió al papel del comité de huelga del que dijo que "en su momento jugó su papel de defender los derechos de los trabajadores y lo que quiere es que yo me vaya del colegio e incluso la CIGA retiró una demanda contra mi y cuando entró Scientia School todo el mundo se puso a favor de esa operación incluido el 75 por ciento de los padres, pero el resto estuvo en contra de una manera totalmente insolidaria".

Intervención

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra declaraba ayer en concurso voluntario de acreedores, por haber acreditado su insolvencia, al colegio Sagrado Corazón do Deza. Por lo tanto, las facultades de administración y disposición del centro sobre su patrimonio "han quedado intervenidas por la administración concursal". El deudor, según consta en el auto, no ha solicitado la liquidación de su patrimonio ni presentado propuesta anticipada de convenio. El centro alegó que se encuentra en estado de insolvencia actual y que no ha podido lograr adhesiones a una propuesta anticipada de convenio ni un acuerdo de refinanciación. Para acreditarlo, presentó al juzgado, junto con otros documentos, una memoria de su historia jurídica y económica, un inventario de bienes y derechos y la relación nominal de sus acreedores. La solicitante también señaló en la documentación que su activo y pasivo, estimados inicialmente, no superan los 5 millones de euros. La entidad Lener Administradores Concursales con sede en la calle Colón de Vigo tiene cinco días para aceptar la administración concursal judicial.

Esta resolución judicial firmada ayer en la capital provincial no es firme y contra ella cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Pontevedra en el plazo de 20 días, si lo impugnado es la declaración de concurso, o recurso de reposición ante ese mismo juzgado, en cinco días, si se impugna alguno de los demás pronunciamientos.