A Estrada espera esta domingo a 350 participantes en el que será el XVIII Trofeo SondoDance, una competición presentada en la mañana de ayer por el edil estradense de Deportes, Ismael Pena, y Montse Barcala, representante de esta academia de baile estradense, que este año celebra sus 20 años de trayectoria. La prueba se disputará en las baile deportivo -en las modalidades de bailes estándar y latinos- en danza coreográfica y en ritmos caribeños. La actividad comenzará en el pabellón deportivo Coto Ferreiro a las 10.30 horas y se desarrollará de forma ininterrumpida hasta alrededor de las 21.00. La entrada tendrá un precio de 7 euros.

Montse Barcala explicó que por la mañana competirán los bailarines de ritmos caribeños y las categorías más bajas de la competición. A primera hora de la tarde tocará el turno a las categorías locales y básicas no federadas, tomando después el relevo los niveles más altos y los participantes del Open de estándar y latinos. En baile deportivo competirán un centenar de parejas.

En cuanto a los bailes que incluyen cada categoría, en latinos están la samba, chachachá, jive, pasodoble y rumba bolero. En la modalidad de estándar la competición incluirá vals lento, vals vienés, tango, slow fox y quick step. Los ritos caribeños abarcan distintos tipos de salsa, merengue y bachata..

La representación estradense, a cargo de los alumnos de SondoDance correrá por cuenta de 15 parejas y tres grupos de danza coreográfica. Entre ellos estarán los campeones gallegos de diez bailes y modalidad estándar, Santiago Barreiro y Alicia Romero

Cada año el Trofeo SondoDance despierta una gran atracción de público, que se acerca hasta A Estrada para presenciar una competición de alto nivel. La prueba tiene 18 años de historia, dos menos que la academia que la convoca. El centro comprende muchas disciplinas, contando con unos 300 alumnos. De baile deportivo son alrededor de 40 y otros tantos en danza coreográfica.

El comienzo de la escuela que fundaron Montse Barcala y Juan Carlos Romero se remonta al año 2000 o incluso antes, cuando estos dos bailarines estaban impartiendo sus aulas por centros educativos de la zona. Después de ver que de esta afición podrían hacer un trabajo, decidieron empezar a crear la escuela, pero no fue hasta 2004 que consiguieron tener un local para impartir las diferentes materias. Al principio tenían una treintena de alumnos, pero el boca a boca y el gran espectáculo de fin de curso fueron el escaparate para darse a conocer.

Con motivo de este vigésimo aniversario la escuela prepara de cara al 24 de junio un festival muy especial, en que, además de tratar de mostrar el trabajo realizado por el actual alumnado, buscarán el regreso a los escenarios de bailarines y bailarinas que pasaron por la academia y que dejaron huella.