El vestíbulo de la casa consistorial volvió a ser escenario, después de cuatro años, del capítulo de la Encomenda do Cocido, donde además de nombrar a los nuevos miembros, hubo una destacada presencia de antiguos comendadores. El acto protocolario comenzó cuando el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, llegó ataviado con su capa y en la zona noble lo aguardaba la pregonera; la periodista Sonsoles Ónega, y el comendador mayor; el alcalde, José Crespo y el diputado provincial Carlos López Font.

El primer edil reivindicó la Encomenda porque sirve para abrir puertas a Lalín y por el impacto mediático que tiene para la fiesta y tuvo palabras de afecto para dos personas recientemente fallecidas. Recordó, del restaurador Pepe Solla, que también había estado presente en el nacimiento de la orden gastronómica, en otros actos ligados a esta fiesta y lo definió como "un señor". También citó al cocinero local José Antonio López, O Puma, que había sido el responsable de elaborar el cocido organizado años atrás en Venezuela. Después, en la comida oficial, sería Feijóo el que celebraría la recuperación de la figura de comendadores y comendadoras. Además de una importante representación del gobierno gallego y de la entidad financiera Abanca, con su consejero delegado Pedro Raúl López Jácome al frente, fueron decenas de vecinos los que siguieron de cerca este acto. La actriz lucense Benedicta Sánchez fue la más aclamada y su carácter extraordinariamente afable cautivó a todos los presentes. El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, fue el encargado de colocarle la capa. Tras pasar más de un apuro para plasmar su firma con O Estadullo [un bolígrafo de madera de más de medio metro de largo] y recoger el diploma acreditativo de manos del escribano, el sacerdote Andrés Ramos, exclamó delante del micrófono: ¡Cómo me honra estar en Lalín, por amor de Dios. Amo a Galicia y no podía ser de otra forma" en la que fue la intervención del nuevo miembro de la Encomenda más aplaudida.

"Es un honor llevar el cocido de Lalín por toda España y el mundo. Me hice alcalde de Madrid porque era el camino más recto para ser comendador", bromeó el mandatario capitalino, José Luis Martínez-Almeida, poco después de que Feijóo le ayudase a vestirse la capa. El farmacéutico y nutricionista Gregorio Varela Moreiras defendió las cualidades del cocido y sus múltiples beneficios tras ser nombrado por el alcalde, con la cooperación de la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, Ana Pastor. Dos lalinenses también pasaron ayer a engrosar una orden que suma cerca de dos centenares de miembros. El investigador Daniel González Alén, visiblemente emocionado, agradeció esta distinción y recordó que su padre, Daniel González González, O Tío Xanete, había sido cofundador de la Encomenda hace dos décadas. La periodista Amelia Ferreiroa hizo hincapié en el salto cualitativo y cuantitativo que supone la declaración turística internacional de la fiesta.

Yosi Domínguez, líder de la banda de rock Los Suaves, fue el que tuvo más problemas para colocarse la capa y el pintor Antón Lamazares se topó con la frondosa melena del ourensano. Ya ataviado con el diseño del modista Florentino Cacheda dijo que en un plato como el que se estaba homenajeando no podía faltar el vino de O Ribeiro de la zona de Bande, en alusión a la tierra de su padre, o la patata de Xinzo, de donde era natural su madre. ¡Viva Lalín, viva o Cocido, viva Ourense e Sempre Galiza", exclamó. Al acto acudió el exalcalde Rafael Cuíña, y todos los ediles de Compromiso.

En su intervención del cierre del acto, Crespo agradeció a la Secretaría de Estado de Turismo y a la Consellería de Cultura su labor para lograr la internacionalización. "Aquí trabajó todo el pueblo durante estos 52 años", indicó en relación a la dimensión que alcanzó el Cocido. A Yosi le pidió que volviese a reunir a su longeva banda y le ofreció Lalín como el lugar idóneo para el concierto de regreso.