El alcalde de Lalín, José Crespo, considera que la Xunta no dotará a Deza de una ambulancia medicalizada con base en la localidad y enmarca la reivindicación de la oposición, y en particular la campaña del BNG, en una estrategia de desgaste al gobierno gallego con su política sanitaria. "Piden algo que saben que no nos van a dar, a mí también me gustaría que nos la diesen y no reniego de que algún día la pueda haber", dijo.

El mandatario insiste en que este recurso asistencial no es posible actualmente, aunque no lo descartaría a largo plazo. Y justifica la negativa de la Consellería de Sanidade a que las ambulancias de Soporte Vital Avanzado (SVA) solo están en las siete grandes ciudades gallegas. En relación a las discrepancias de gobierno y oposición sobre los medios de transporte sanitario urgente, señala que en el anterior mandato su grupo respaldó una iniciativa del cuatripartito que distaba mucho de la que ahora reivindica la oposición. "No vamos a permitir que nos hagan trampas", arguye. "El BNG, hasta las elecciones autonómicas, para erosionar al gobierno de Feijóo está haciendo demagogia barata", prosigue, y entiende que el respaldo a la campaña de firmas de los nacionalistas se debe enmarcar en que, como es lógico, la ciudadanía siempre va a apoyar demandas de este tipo. Crespo vuelve a mirar al pasado para recordar cuando el exedil de Sanidade Nicolás González Casares afirmó que "una ambulancia medicalizada da más trabajo que hacer una catedral. Fue una expresión que dijo; él sabe que no es viable y vamos a pedir algo que para poder machacar al gobierno de turno con algo que no se pueda conceder".

El regidor defendió el compromiso de la consellería con el municipio, citando inversiones por unos 10 millones con el futuro Centro Integral de Saúde (CIS), el servicio de hemodiálisis que arrancará en junio u Hospitalización a Domicilio (HADO), implantado hace más de un año.

Por otro lado, sobre insiste en que los portavoces de Compromiso y BNG, Rafael Cuíña y Francisco Vilariño, no han sido capaces de digerir la derrota en las urnas y por eso se dedican a crispar los plenos, algo que no va a tolerar. Vuelve a achacar a ambos una actitud irrespetuosa con las ediles de su gobierno y cita como Cuíña trató de "enterrar políticamente" a Eva Montoto "y quien llevó las que tenía que llevar fue él, con aquello de las firmas del Corpiño de Luis Madriñán Crespo". Insiste en que ambos, ahora, interrumpen constantemente a las concejalas Begoña Blanco y Karen Fernández. En relación a esta última, afirma que ya había sido atacada por Cuíña antes de llegar a la política, en su etapa en la AED. Defiende la expulsión de Vilariño por impedir hablar a la concejala durante su turno de palabra y recuerda que le llamó al orden en hasta tres ocasiones. "Una cosa es que haya algún exabrupto, que humanamente es entendible, pero intervenir para machacarle la intervención es un acto fascista y antidemocrático, y es lo que hicieron Cuíña y Vilariño en el pleno". "Parece que encontraron en el pleno una herramienta útil para crispar la vida local. No voy a permitir que nadie reviente el pleno y estos dos señores están jugando a aquello de que cuanto peor, mejor", añadió.

También sobre la trifulca de esa sesión, pide al portavoz socialista, Román Santalla, que no trate de deturpar la realidad, porque su compañero Cristóbal Fernández afirmó que nunca había presenciado un episodio como ese.