El estudio y medición del gas radón encargado por el Concello de Silleda se puso en marcha ayer con la colocación de los primeros detectores en dependencias municipales. La iniciativa, que desarrolla la empresa especializada 222 Radón, dispone de un presupuesto de 1.680 euros, sin IVA, y constará de dos partes: Una técnica y otra relativa al inventario de las zonas de riesgo.

El proceso consistirá en la instalación de detectores, la recogida, los análisis de los resultados y las medidas a adoptar en cada caso.

En total, se colocarán 48 detectores en las dependencias de la casa consistorial, centros sociales de los mayores de Silleda y A Bandeira, los colegios públicos de ambos núcleos urbanos y el Auditorio Municipal Manuel Dopazo. "Este es un primer muestreo y, en función de los resultados, en un plazo estimado de noventa días, evaluaremos la continuidad del estudio", apunta el alcalde, Manuel Cuiña.

Pionero en Galicia

De este modo, el Concello de Silleda se convierte en pionero al ser de los primeros en cumplir con el Real Decreto 1.439/2010, de 5 de noviembre, por el que se modifica el reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes. Galicia en general y Silleda en particular, son reconocidos como zona de riesgo en la concentración de radón, un gas cancerígeno que se mide en bequerelios y cuyo límite aceptable está en 300 bp por metro cúbico de aire.