La delicada situación del colegio Sagrado Corazón fue tratada ayer por los representantes públicos de los lalinenses y, en una sesión que acabó entre relámpagos dialécticos, las primeras horas fueron las más fructíferas o al menos donde hubo asuntos de recorrido.

Una iniciativa defendida por el edil socialista Cristóbal Fernández sobre la problemática que atraviesa el centro concertado contó con el respaldo de todos los grupos de la cámara municipal, aunque cada uno expuso sus pareceres. El alcalde, José Crespo, aprovechó el debate para dar algunas de las claves que a su juicio desencadenaron la situación del colegio y, al mismo tiempo, para, dentro de la prudencia al no desvelar todo lo que sabe al respecto, apuntar por dónde podría pasar el futuro de la veterana institución educativa. Aunque no concretó nombres, aseguró que pese a todas las vicisitudes, hay dos posibles compradores para el Sagrado. Su interés estaría supeditado "a una seguridad jurídica" sobre la situación administrativa del centro. Pero para que cualquier operación acabe cerrándose, apuntó, es fundamental que no se produzca una espantada de alumnos, pues el centro puede ser viable con los 300 alumnos actuales, pero quizá no con menos de la mitad. Y, a su juicio, también es básico que el juzgado nombre al administrador concursal, con el que contactará para tratar de alanzar el objetivo común: la continuidad del colegio. El regidor agradeció la disposición del comité de empresa y de huelga y del Banco Sabadell -principal acreedor- y reiteró que con una gestión efectiva del administrador el centro podría salir adelante. "Es muy difícil fundir un colegio concertado, porque el personal lo paga la Xunta y además en este caso recibía 180.000 euros al año para mantenimiento". También puso de relevo el papel del representante de Scientia School Francisco Guerrero, cuando, tras su primera negativa a la operación, volvió a intentarlo a petición suya. "Quedó todo por dos milímetros", dijo en sentido figurado, reconoció que la gestión de Joaquín Pereira "fue mala" y volvió a reiterar que no cabe ninguna posibilidad de una modificación urbanística "para que allí no haya nada que no sea un colegio".

Fernández Vázquez tiró de una información en la que aludía a operaciones de personas ligadas al Opus Dei para "arruinar colegios para quedarse con ellos" y dijo que en dos casos ocurridos en Galicia se semejaban mucho con lo que estaba aconteciendo con el centro lalinense. En esta línea aseguró que la propiedad del Sagrado no pagó obras de reforma en el inmueble o tampoco a proveedores. Lamentó el silencio de la Consellería de Educación cuando el centro tomó medida, en el ámbito estrictamente educativo,. irregulares. Tildó de "sainete" las idas y venidas de los supuestos compradores y echó en falta un mensaje tranquilizador a los padres por parte de la consellería, al margen de que en Lalín no hay plazas para 30 niños en guarderías.

Rafael Cuíña (Compromiso) preguntó a la presidencia del pleno tenía constancia de un posible "plan B" de Educación para recolocar al alumnado en caso de que el colegio acabase quebrando. Poco antes, Crespo había dicho que no tenía inconveniente en comentar "todo lo que hice, porque creo que estuve a la altura", pero en privado a los portavoces. El exregidor aseguró conocer la realidad del centro fruto de las siete reuniones con el comité y, en una transaccional aprobada luego, planteó que se garantizase que el inmueble y espacio que ocupa el colegio no se dedicase a otros fines que no fuesen los educativos. Asimismo, dijo que lo que entra en concurso no es una empresa al uso sino un colegio y también echó en falta un pronunciamiento de la consellería.

El portavoz del BNG, Francisco Vilariño, subrayó que el problema del colegio "tiene nombre y apellidos" y mostró su estupefacción con el hecho de que los dueños no paguen, cuando obtienen ingresos.

Ruta jacobea

Por otro lado, el gobierno aprobó la adhesión a un colectivo de concellos atravesados por una ruta de peregrinos realizada en su momento por la Xeración Nós, que se pretende retomar, ante las dudas de la oposición su utilidad. También echó en falta que ni se supiese cuál será la aportación municipal.