A Estrada patina sobre hielo por vez primera este año para disfrutar de la Navidad. Y lo hace por partida doble, dentro y fuera de la pista. Después de que la lluvia concediese un paréntesis, la llegada de las bajas temperaturas propias del invierno reflejan -literalmente- una problemática en la zona de juego juvenil de la nueva alameda.

La falta de sol que incida de forma directa en este espacio, sumado al agua que pueda quedar en la superficie por el riego del césped o la propia humedad convierten un amplio espacio del entorno en el que están instaladas la tirolina y las pirámides de cuerda en improvisada pista de patinaje. Las placas de hielo eran ayer más que evidentes. No solo se podía apreciar la blancura de la helada, sino que el hielo brillaba en varios puntos de esta superficie, animando a algunos usuarios a deslizarse sin necesidad de patines.

La situación puede no pasar de anécdota, siempre y cuando la caída sea más o menos controlada, dada la proximidad de los bancos de hormigón a estas zonas heladas.

Por otro parte, una de las estructuras de la zona de ocio infantil luce ya desde hace varios días rota, seguramente a consecuencia de acciones vandálicas. El acceso a este puente de madera colgante tiene precinto en ambos lados, a la espera de un deseado y deseable próximo arreglo.