La Fundación Juana de Vega recuperó una fuente en el lugar de Baxán y otra en el de Botos, si bien esta última al menos no quedó a gusto de todos. Ayer mismo un vecino comentaba que la gente que todavía usa el lavadero público se moja por la disposición demasiado baja del mismo, de modo que también atrae toda la basura que baja desde el camino contiguo. Desde la fundación explican que estas actuaciones buscan preservar al máximo el estado original de los elementos patrimoniales y, por eso, no levantaron la fuente. La obra en Botos consistió en el arreglo de la fuente, nueva cubierta de madera, un paso sobre el desagüe y la dotación de un banco a la sombra de un nogal. Además de manantial de agua potable, dispone de lavadero separado del abrevadero. En Baxán se saneó la fuente y se instaló una mesa con bancos bajo una estructura cubierta.