El sector del comercio busca en cada iniciativa de dinamización o campaña la fórmula para activar sus ventas y atraer clientela con descuentos agresivos. Aunque en este caso no debe atribuirse al cambio climático sino a otros factores, el adelanto de la típica estampa navideña nevada cada vez se adelanta más y desde ayer al menos en Lalín ya se respira el ambiente propio de los últimos días del año y los primeros del nuevo.

La campaña comercial Black Friday se globalizó hace tiempo y este 29 de noviembre marcó el pistoletazo de salida de una campaña en la que los negocios generan un importantísimo volumen de ventas por la cantidad de compras que hacen los ciudadanos para los regalos de Papa Noel o los Reyes Magos, que esperan impacientes los más pequeños de la casa. En los comercios de los municipios dezanos podían verse carteles alusivos a las rebajas y en Lalín, los adheridos a la Asociación de Empresarios de Deza (AED) lucía además la decoración navideña. Fueron 63 los comercios y 13 locales de hostelería los que participaron en este Black Friday, que repartieron entre sus clientes vales para degustar chocolate con churros. Los establecimientos abrieron sus puertas hasta las 22.00 horas, lucieron globos negros, del mismo color de la indumentaria de parte de los dependientes.

Los locales del Centro Comercial Pontiñas Gadis también tuvieron su propia campaña, coincidiendo además por el décimo quinto aniversario del centro, y con tal motivo se sortearon 1.000 euros en cheques regalo. Mientras, representantes del grupo de gobierno de Lalín, con José Crespo a la cabeza, inauguraron a las 20.00 horas de ayer la iluminación navideña de las principales rúas del centro urbano y áreas de la periferia. Además del colorido en las rúas, en la noche de ayer se estrenó la aldea de Papa Noel; un montaje que recrea con casas de madera y árboles una estampa típica de los países nórdicos.