La escritora Emily Rodríguez Santos presenta su primer libro publicado, Calas blancas, este jueves a las 20:00 horas en el Mome. Un ejemplar que está teniendo éxito y que nació con el objetivo de hacer reflexionar a sus lectores sobre darle valor a las pequeñas cosas que pasan en el día a día, así como a la familia y amigos.
-¿De qué trata el libro?
-Trata la historia de la zona del valle del Ulla, donde existió un monasterio que fue llevado por una riada y está recogido que tenían poderes los monjes que estaban allí. En el libro, una joven despierta allí sin saber como apareció y qué hace. En cada capítulo va conociendo a una persona de su vida. El tema que hila toda la novela es la violencia de género, de hecho ella está ahí por eso. Además, trato el cáncer, el bullying, el alcoholismo y las drogas. Según transcurre la novela, van apareciendo ramos de calas blancas, a ella y a otros personajes, pero a ella le recuerdan a su casa entonces siempre se los dan a la protagonista. Cada personaje se identifica con una canción y a lo largo del libro hay muchas letras, yo escribí muchas piezas de Elefantes y su vocalista, Shuarma, me ha acompañado en varias presentaciones para hacer una canción en directo.
-¿Refleja su historia personal?
-Me preguntan muchas veces quién soy yo en la novela y yo siempre les digo que soy todos y no soy ninguno. No es autobiográfico, no hay nada de lo que yo viví, ni siquiera en el tema de la violencia de género, en el que hago una protesta de como lo gestionan, porque para mí publicitan algo que realmente no hay, porque si dicen que hay ayudas, que se den realmente. Tuve la suerte de que tengo familia y amigos que me ayudaron, pero hay mucha gente que no lo tiene. En las charlas que doy y las psicólogas con las que trabajo para darlas, abordamos la importancia que le doy a tirar de la gente que tenemos, porque a mí me ha pasado. Es fundamental pedir ayuda y seguir las indicaciones que te dictan, ir a los psicólogos y psiquiatras, que sigue siendo un tema tabú, porque aún seguimos pensando que solo son para locos y no es así.
-¿Cómo se animó a publicarlo?
-Sufrí un accidente y tengo una discapacidad. He escrito desde siempre, pero ahora lo hago de forma terapéutica, para mí. Cuando empecé a escribir Calas blancas tenía la misma idea de los ocho o nueve que tengo, pero los otros son más terapéuticos y tienen más de mí y no los quiero hacer públicos. En este caso, los psicólogos me dijeron que tenía que escribir algo distinto, sacar la frustración que tenía con mi pierna dañada en el accidente en otro tema. Empecé a escribir y cuando estaba por la mitad, el propio libro me pedía que tenía que ser publicado.
-¿Esperaba el éxito que está teniendo Calas blancas ?
-Yo creo que tiene este éxito porque está escrito desde el hondo del alma. Ahora estoy disfrutando de este libro, porque tengo varias presentaciones por España. Creo que tengo mucho por hacer con Calas blancas. Tengo la posibilidad de hacer un documental o una serie que esté enfocado en el libro, pero eso un proyecto que está en el aire.
