Los dos grupos de la oposición de Silleda cuestionan que el gobierno municipal haya convocado el pleno de presupuestos del próximo año en plena campaña electoral, máxime cuando a estas alturas ni se aprobó la cuenta de este ejercicio y se está trabajando con la prorrogada del anterior.

El grupo municipal de Ignacio Maril sostiene que con esta decisión el alcalde, Manuel Cuíña, está practicando un uso partidista de la institución. "Es evidente que si hasta ahora estuvimos sin que se aprobase el presupuesto de 2019, la aprobación del de 2020 no resulta tan urgente como para tener que llevarlo a pleno en plena campaña electoral", subraya el portavoz del PP. Además, indica que en los últimos ejercicios el gobierno local retrasaba el debate de aprobación de la cuenta hasta principios de año, alegando que hasta ese momento no se disponían de los datos precisos para el diseño del documento económico sin que hubiese que aplicar ajustes posteriores derivados de las previsiones definitivas del Gobierno central. "Si antes no era idóneo, ahora entendemos que tampoco y el alcalde pretende hacer campaña política a costa de todos los silledenses sin importarle lo más mínimo que eso sea lo mejor para sus vecinos. Es una actitud lamentable que deja claros cuales son los intereses del alcalde, además de aumentarse el sueldo", arguye.

Desde el BNG se celebra la aprobación del presupuesto en tiempo, pero coincide con el PP en las justificaciones del alcalde para no llevar la aprobación de la cuenta hasta entrado el siguiente año, por estar pendiente de las partidas del Estado. También señala que la UE apunta a una reducción del gasto público, con lo que la elaboración de la cuenta de 2020 sería más compleja que la del año en curso. "La convocatoria de este pleno obedece a una medida electoralista con la que el PSOE demuestra, una vez más, su actitud prepotente, chulesca y carente de toda ética política con la única intención de vender cantos de sirena a los vecinos en plena campaña".