La pasión de Aroa Gómez Blanco por los caballos comenzó desde muy pequeña. Esta joven de 16 años de la parroquia silledense de Ponte se proclamó ganadora el pasado sábado del campeonato gallego en el IV Raid Ecuestre Concello de Mazaricos. La victoria llegó a caballo de su yegua angloarabe llamada Milana. Compitieron participantes de distintas edades.
"Mi afición me viene desde pequeña porque mis primos tenían caballos, siempre iban a las rutas y siempre deseé tener uno, hasta que un día, cuando tenía seis años, fuimos junto a un hombre que tenía uno y a mí me gustó tanto que ya lo trajimos para casa", cuenta la joven. Empezó a correr hace un año justo en el mismo sitio en donde ganó el fin de semana pasado. "En ese caso, competí con una yegua llamada Cabana y corrí en la distancia de 40 kilómetros y me llevé el premio al mejor caballo en esa distancia".
Y un año después, ganó el Campeonato Gallego de 80 kilómetros, que se disputó en esa localidad coruñesa. "La carrera se dividió entre fases: la primera, de 36 kilómetros y las otras dos cada una de 22 y tenías que hacerlos en un tiempo determinado y en la línea de salida hubo 30 caballos", relata esta amazona. La suerte le acompañó en todo el momento. "Estuve en la delantera continuamente junto a mi compañero Brais Fontao, que es como mi maestro, él primero y yo segunda, pero por desgracia a él en la segunda fase lo eliminaron por un problema en la yegua", cuenta. En la tercera fase salió ella en el primer puesto y el segundo corredor salió seis minutos después de ella y ese tiempo de ventaja fue lo que favoreció su victoria. "Cuando llegué a la meta le hicieron el control a la yegua y yo mientras estaba muy nerviosa porque tenía miedo de que cojeara o le pasara algo y tras terminar, tuvimos que hacer un pequeño trote para ver si realmente cojeaba o no y por suerte, no y fue ahí cuando me comunicaron que era la ganadora del campeonato gallego y fueron muchas emociones", recuerda y confiesa que no iba a ganar, solamente a acabar la carrera.
Además, resalta que la relación con Milana es muy reciente. "Corrí hace unos meses con ella en Asturias, que hicimos 60 kilómetros que está muy bien y no tengo más carreras con ella porque hace solo dos meses que está en casa y ya tuvimos varios sustos con ella y ver que estuvo tan bien en el campeonato es una alegría", confiesa.
Detrás de toda victoria se acumulan cantidad de esfuerzos. Ella llevaba cinco meses entrenando caballos en un monte de Botos (Lalín). "Los entrenamientos consisten en empezar a las cuatro de la tarde y muchos días terminas a las diez de la noche, son muchas horas entrenando, tanto con calor que no das ni respirado como con frío que se te cortan los dedos".
