"En este tipo de proyectos siempre intentas trabajar con plantas endémicas de esa zona para que no le afecten mucho los fenómenos meteorológicos, aunque sí es cierto que si llueve mucho las plantas no crecen porque necesitan calor para desarrollarse, por ello estas son plantas que se dan muy bien con el clima de esta zona y sí que les echamos algún fertilizante, pero no es porque sea necesario, sino porque nos interesa que crezcan cuanto antes", apunta Beatriz Rodríguez, quien señala que en algunas parcelas utilizan fertilizantes químicos y en otros, naturales, como el estiércol. En Eidián cultivan tres especies distintas: Leptoplax emarginata, Odontarrhena serpyllifolia y Odontotarrhena chalcidica y usan tanto semillas españolas como de otros países europeos. Rodríguez recalca que no dejan que esta semilla se extienda por la zona, porque se trata de especies invasoras. "Por ello, en el momento que sacan la flor, ya las recogemos", explica. Las plantas hiperacumuladoras de metales son capaces de acumular metales específicos en sus hojas y tallos sin que se observe toxicidad. Las concentraciones de metal alcanzan valores de entre cien y mil veces superiores a los de otras plantas no hiperacumuladoras.