Agolada amaneció ayer con el día nublado y la lluvia hizo acto de presencia siendo la gran enemiga de la celebración de su Festa dos Chóferes. Las consecuencias: obligó a aplazar el desfile de carrozas a la tarde y fueron menos, con respecto a ediciones anteriores, las personas que se quedaron a disfrutar de la comida al mediodía en la Carballeira da Zanca, el escenario de esta cita. Tampoco se pudo disfrutar del toro mecánico previsto para la ocasión.

La jornada festiva arrancó, como es tradicional, con la misa en la iglesia parroquial que incluyó la bendición de vehículos ante la atenta mirada de vecinos, algunos bajo los paraguas. "Asistieron unos diez entre coches, camiones y tractores", indicó David Coego, miembro de la comisión. Los encargados de poner el ritmo a lo largo del día fueron el grupo de música tradicional de Agolada Bico da Balouta y la charanga Leña Verde. "La sesión vermú estuvo bastante bien porque justo a las dos de la tarde paró de llover y eso animó a la gente a venir, aunque después no se quedasen a comer", indica Coego, que señala que habría unas 80 personas que degustaron la comida, que ellas mismas trajeron de casa, en el lugar de la celebración, una cifra inferior con respecto al año pasado, debido precisamente al mal tiempo.

El colorido y la creatividad se volvieron a apoderar de las calles del casco urbano agoladés con el desfile de carrozas, que siempre es uno de los mayores atractivos de esta celebración. Participaron unas diez. La gente salió a las calles para ver la comitiva, a la que también se unieron de nuevo, otros vehículos, como coches antiguos, camiones, tractores o motocicletas.

Colorido e originalidad

Entre las propuestas de carrozas de este año había, entre otras, una de los Pitufos, aunque se hacía llamar As Pequeniñas, la orquesta Gran Golada que puso su ritmo a la ocasión, un coche a modo de mercadillo ambulante con gangas incluidas, diferentes tipos de barcos y hubo quien representó el consistorio con la misma figura de la vaca que apareció "comiendo" hierba seca ante la puerta de la casa del concello en la madrugada del Día de San Juan, en la que también participó el alcalde del municipio, Luis Calvo. También estuvo presente en la cita Mario Bross, otra carroza que hizo referencia a la mítica frase gallega Se chove, que chova u otra a modo de un juego de LEGO.

La comisión de fiestas, tras la deliberación, decidió otorgar el primer premio, 200 euros, a la orquesta Gran Golada, el segundo, de 150, para Mario Bross, y el tercero, con 100 euros, recayó en la representación de la Casa do Concello.

La jornada festiva puso el punto y final por la noche con el ritmo musical de la charanga Leña Verde y del dúo Pachi e Montse.