La Zona dos Viños da Estrada acogerá el próximo sábado día 22 a partir de las 22.00 horas un concierto de The Clansmen, una banda tributo a Iron Maiden que llega desde Barcelona. En esta iniciativa participan los bares 20berzas, O Candil de Silvia, Enredo, M80, Pub Tarará y Taberna Navegación. Como teloneros contarán con la banda estradense Gharabullo. La presencia de la formación barcelonesa en A Estrada no es sin embargo casual. En sus filas cuentan con un estradense, el bajista Álex Cabal, afincado en la Ciudad Condal desde hace años. Hablamos con él para conocer un poco más de esta aventura en el Metal

-Supongo que su presencia en The Clansmen ha tenido algo que ver en la actuación que tendrá lugar el día 22.

-Pues sí. Se trata de una banda tributo al grupo británico Iron Maiden. Surgió la oportunidad de tocar aquí porque tanto el cantante como yo tenemos relación con Galicia. Él es catalán pero tiene raíces en Sarria y yo soy estradense. El viernes cerramos una actuación en Sarria y nos planteamos la opción de hacer un doble bolo en A Estrada el sábado. Decidí intentarlo, así que hablé con los bares de la zona de los vinos y el ayuntamiento. Los primeros al final son los que nos pagan el dinero para trasladarnos y los segundos montan el escenario. Así creamos esta minigira gallega.

-Será bonito para usted el podar tocar en su pueblo.

-Sí, claro. Para mí es impresionante. Tengo unas ganas enormes de empezar. Poder tocar ahí con una banda de Barcelona no es fácil. Trasladarse hasta tiene su precio. Solo el tener la oportunidad de hacerlo ya es tremendo.

-¿Cómo acaba un estradense formando parte de una banda tributo a Iron Maiden de Barcelona?

-Pues la verdad es que no fue porque Iron Maiden me tirase especialmente. Todo surgió por un anuncio. Llevaba tiempo en Barcelona y tiempo también sin una banda. En A Estrada toqué con una que se llamaba Esquíos, con un estilo más punk. Me apetecía probar algo diferente pero también probar en una banda en la que el bajista tuviese un peso importante. Así que cuando vi el anuncio de que buscaban a alguien para una banda tributo a Iron Maiden pensé que era mi oportunidad. El bajista de la banda británica es uno de los que tienen un don divino dentro del rock, así que me lancé. Fue algo que surgió buscando por internet. Estaban en busca de un bajista porque se les había marchado el anterior.

-¿Llevan mucho tiempo juntos?

-El proyecto empezó sobre el 2014. Yo entré hace tres años con ellos, dos años después de llegar a Barcelona. Vine en principio a estudiar un Master y después que quedé trabajando en la Universidad y en distintos trabajos que fui encontrando por aquí.

-¿Qué tal funciona?

-Bastante bien. A nivel personal debo decir que el trato es inmejorable con la gente de la banda. Eso es importante.

-Desde fuera se ve complicado tocar Iron Maiden. ¿desde dentro también?

- No voy a pecar de falsa modestia pero sí, es bastante complicado. También depende del nivel que vayas adquiriendo. Hay cosas mucho más fáciles que esta. Si dedicas tiempo al instrumento y te gusta, todo el mundo puede llegar a ese nivel pero hay que dedicarle mucho esfuerzo.

-Por lo que dice, Iron Maiden tampoco estaba entre sus grupos favoritos.

-Realmente no era de mis bandas favoritas pero sí que sabía que el bajista era una eminencia. Fue después de empezar cuando comenzó a gustarme mucho más. Es algo que a los músicos nos pasa mucho. A lo mejor de primeras no te llama mucho una canción pero cuando empiezas a interpretarla y a ver la línea del instrumento, la canción coge otro carisma.