La parroquia estradense de Loimil puso hoy mesa y mantel para 350 comensales en su XVII Festa do Año ó Espeto, con que rinde tributo a San Isidro.

Un año más, el maestro asador de Moraña Suso García y sus ayudantes se encargaron de elaborar el plato principal del evento. Llegaron a Loimil de madrugada para preparar las brasas y cocinar nueve corderos de entre 14 y 16 kilos de peso, sumando en torno a 135 kilos de carne. La elaboraron como marcan los cánones. A fuego lento, con calma pero con mucha dedicación, y untándola con una misteriosa mezcla de aceite, agua, sal, vino y algún otro componente secreto para darle a la carne del “año ó espeto” su característico sabor.

Su labor suscitó la curiosidad de muchos asistentes. Dada la compleja elaboración, que tardó más de seis horas, no fue posible atender a espontáneos de última hora que pretendían sumarse a la fiesta. No habría suficiente para todos.

La fiesta contó con misa y bendición del agro a las 13.00 horas. Fue la parte religiosa de una celebración que luego derivó hacia una vertiente lúdica y plenamente gastronómica así como de confraternidad entre los vecinos y los numerosos visitantes que se desplazaron hasta Loimil para disfrutar de la fiesta. El gran número de vehículos estacionados en los accesos a la Carballeira da Saleta de Loimil daba buena muestra del gran interés que cada año despierta esta cita festiva y gastronómica organizada por los vecinos. En esta ocasión, asumía la organización la asociación vecinal.

Tras la misa, tuvo un papel destacado el pregón del campeón gallego de Supersport de 600 centímetros cúbicos, Alfonso Vázquez Millán, que efectuó una comparativa entre la dedicación y el esfuerzo que exige mantener viva la fiesta y la labor de fondo que a él le permitió en su día convertirse en campeón gallego de Supersport de 600 cc. Al final de su pregón, fue agasajado por los vecinos con una placa conmemorativa de la que le hizo entrega el presentador y showman estradense Pablo García. Fue un reconocimiento a los méritos deportivos de Vázquez pero también a su labor de difusión del motociclismo en el municipio.

Después del alimento para el alma y el intelecto que supuso el pregón de Vázquez, llegó el momento más esperado de la fiesta: la degustación del “año ó espeto” con patatas doradas y ensalada así como pulpo con cachelos de la Pulpería Constante, postres, café y chupitos. La romería estuvo amenizada por gaiteiros y por Sharki Show Music.