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Los ángeles de la guarda de los gatunos sin hogar

El colectivo Bigotes Colonias de Gatos pretende organizar este año unas jornadas felinas gallegas en la capital dezana

Luz Fernández y Almudena Froiz, ayer, con Mani y María que están en adopción. // Bernabé/Javier Lalín

Será dentro de un mes cuando se cumplan casi dos años de una lucha incansable para ayudar a los felinos más necesitados. La Asociación Protectora Bigotes Colonias de Gatos de Lalín a punto de cumplir sus dos años de vida continúa trabajando por y para los gatos. Concienciar a la sociedad es su principal objetivo porque cada vez hay más abandonos de crías y fomentar la adopción otro de sus grandes retos.

Los inicios no son fáciles y el colectivo se encuentra con diversas trabas por el camino y sin apenas presupuesto. "Nos constituimos como asociación gracias a Marián de la Gestoría INAE que nos ayudó con todos los papeles y con el registro de la asociación en Pontevedra", señala la presidenta, Luz Fernández. Ahora también aparece en el registro general de Santiago de asociaciones de defensa de animales de compañía y también en el de asociaciones de Lalín. En la actualidad, alimenta a más de un centenar de gatos y desde que empezaron llevan 56 gatos castrados "que si lo sumas a los que van en adopción, que son unos 26 desde que comenzamos, compruebas que en realidad controlamos el número de gatos", indica Fernández. Controlan con su presupuesto, "que prácticamente es cero", como señala la presidenta, unas 14 colonias, pero el problema está que se hacen cargo también de los demás gatos, aquellos que no pertenecen a sus colonias. "Sabemos que hay más colonias porque además de darles de comer a los nuestros recogemos gatos atropellados, los que aparecen enfermos y la gente nos avisa... y nosotros notamos que en las colonias que controlamos desciende el número de problemas como de enfermedades, de atropello, de suciedad... El ente no cuenta con ningún refugio, trabaja en la zona en dónde ellos están instalados y trabajan con el método de Captura, Esterilización y Suelta (CES).

Para llevar a cabo esta importante labor, todo granito de arena que se aporte es primordial, así como incentivar a las adopciones, que el colectivo resalta que este segundo año no fue bueno en este sentido, pero es algo que fue general. Entre las ayudas que recibieron están las del banco de alimentos de animales que hay en Lugo, que lleva la Asociación Ayuda Alimentaria Animalista o los casi 3.000 euros que le otorgó la Diputación de Pontevedra, de las ayudas destinadas para la realización de actuaciones de prevención del abandono y para fomentar la adopción de animales de compañía abandonados, con la que adquirió y distribuyó material divulgativo. Además la Xunta convoca unas ayudas que subvencionan la castración y la colocación de chip por animal. "De ahí que lo que pedíamos de los 14.500 euros era una subvención que derivaba precisamente de esa última ley de Bienestar Animal de la Xunta, por lo tanto no te dan todo el montante a la vez", aclara la presidenta.

Continuarán con la divulgación de su labor por los centros educativos, que tiene una gran respuesta por parte de los pequeños, y pretenden organizar, a ser posible este mismo año, unas jornadas felinas gallegas en Lalín con gente de las distintas asociaciones de gatos y también, aprovechar de alguna manera el talento de los artistas plásticos que hay en la comarca. "Queremos que Lalín sea un punto de encuentro y un ejemplo positivo", recalca Fernández.

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