El BNG reclamó ayer en el pantano de Portodemouros una tarifa eléctrica gallega que permita rebajar el precio de la energía hasta en un 30% para familias, industrias como para las empresas, también para las explotaciones ganaderas de Deza y Tabeirós.

Así lo demandó la cabeza de lista por Pontevedra a las elecciones generales de este domingo, Carme Da Silva, quien se comprometió a que una de las primeras iniciativas de su partido en Madrid se centrará en la aprobación de una tarifa propia. "No hay derecho a que el país tenga los ríos llenos de embalses y las tierras repletas de aerogeneradores, mientras los gallegos pagan los precios más altos del Estado".

Da Silva explicó que en el caso concreto de estas comarcas, las explotaciones ganaderas también deberían ser consideradas empresas electrointensivas, "ya que una parte fundamental de su consumo es el eléctrico del ordeno y la refrigeración haciendo que los coste de la producción apenas estén cubiertos por el precio de la venta de la leche". Y puso el ejemplo de Euskadi, donde sí existe una tarifa eléctrica propia después de haberla negociado en su momento con el ejecutivo de Mariano Rajoy.

Por otro lado, en Vila de Cruces destacó su convencimiento de que el BNG tendrá representación en el Congreso de los Diputados y dijo que la ciudadanía está aportando mucha ilusión y empujando para que vuelva a haber en Madrid una voz que defienda iniciativas como la reivindicada en Portodemouros. Aludió a lo que calificó como "efecto BNG", que permitirá que esta formación "reviente las encuestas" como ya lo hizo hace dos años en las elecciones gallegas, cuando se pronosticaban entre cero y uno escaño y finalmente se logró un grupo de seis.