El combustible está subiendo desde principios de año debido a que las comunidades autónomas dejaron de tener competencia a la hora de manejar un impuesto de hasta 4,8 céntimos por litro de cualquier combustible. Ahora, es el estado quien grava ese impuesto con el tipo máximo, los citados 4,8 céntimos. La subida se hizo notar en la mitad de las autonomías, entre las que no está Galicia. Pero a los gallegos sí nos afecta la decisión de la Organización de Países exportadores de Petróleo, que a finales del año pasado decidieron recortar el bombeo de crudo para así elevar el precio de los barriles. En teoría, esta contención podría durar hasta el mes de junio.

Así que al consumidor solo le queda poner en práctica diversas medidas para ahorrar en combustible, como viajar siempre que se pueda en marchas largas, porque así la velocidad del motor va a ser menor. También es conveniente limitar el uso del aire acondicionado a velocidades de autopista, porque en condiciones de calor extremo el aire puede reducir la eficacia del motor en un 25% en trayectos cortos. El problema está en que si conducimos con las ventanillas bajadas para no usar el sistema acondicionado, el vehículo va a tener que emplear más energía para avanzar porque el viento hace más presión. Es recomendable, también, revisar las ruedas del vehículo antes de comenzar el viaje, para comprobar que tienen la presión ajustada.