El refrán reza que "pasó el día y pasó la romería". Pero es que a veces los recuerdos no se ciñen solo a la jornada festiva, como ocurre en esta ocasión, sino a todas las horas anteriores de trabajo. Es lo que le pasa a Álvaro Sánchez, de Rodeiro. Participó en los Carnavales con una lancha que,cargada de fardos de Cola Cao y unida a su estética y la que lucieron sus familiares y amigos para acompañar la carroza, hacía recordar al narcotráfico de las Rías Baixas en los años 80. Sánchez, en su perfil de la red social de Facebook, anuncia que dona la carroza, sin motor y sin ruedas, a algún centro educativo o social. ¿El motivo? Pues que le da pena romperla y que tiene en el garaje toda una colección de carrozas anteriores deidcadas a sus sobrinos, León y Fiona, como aquella en la que recrean un fogón y el niño iba vestido de bogavante. Por el momento, ya hay dos interesados en la carroza, y uno es de Vilalba.