Crespo reconoce que la imagen de la calle X es lamentable desde hace muchos años y que continúa así porque los promotores del área de reparto -en terrenos de la parte posterior de Praza de Vila- no han sido capaces de desarrollarla debido a la crisis económica. Pero con la construcción de esta plaza, una vez que sería preciso ocupar el suelo y las dos viviendas vinculadas a estos terrenos, se daría por fin una solución al citado callejón.

Crespo es optimista respecto a receptividad de los propietarios a llegar, en su momento, a un acuerdo con el Concello. Para ello existen varias alternativas: un pacto amistoso abonando el ayuntamiento una cantidad acorde con el precio de mercado actual, o mediante un proceso expropiatorio; vía siempre compleja y tortuosa en casos por los tiempos administrativos. "Ganaríamos todos; los propietarios del área de reparto que no pudieron desarrollarla, pero sobre todo los vecinos de Lalín", dijo. Sobre los materiales de la construcción a emplear, dijo, que esta cuestión vendría en parte impuesta por Patrimonio, también por la afección a la iglesia parroquial.