El Concello de Cerdedo-Cotobade anunció ayer que el presidente municipal, Jorge Cubela, cerró la financiación, de 686.000 euros, que permitirá impulsar el proyecto de rehabilitación de las aguas termales y los Baños de San Xusto. Cubela gestionó estos fondos con la Consellería de Medio Ambiente para desarrollar en este entorno el primer Pacto pola Paisaxe. Desde el ejecutivo local se incide en que el citado departamento autonómico respaldará la financiación de esta restauración, diseñada en base al proyecto elaborado por la arquitecta Cristina García.

El Concello concluye así tres años de un largo proceso burocrático que arrancó con la identificación de las parcelas y la determinación de su titularidad, continuando con el posterior proceso de municipalización de todos los terrenos y el registro de los mismos en el inventario municipal, según se detalló ayer. El Concello cursó después las pertinentes solicitudes para las autorizaciones sectoriales de hasta cinco organismos autonómicos: Consellería de Medio Rural, direcciones xerais de Natureza, Montes y Patrimonio y, finalmente, Augas de Galicia, cuyo visto bueno resultaba imprescindible en la medida en que el objeto de actuación se sitúa en zona de servidumbre y policía del río Lérez.

El proyecto que impulsa Cerdedo-Cotobade consiste en la rehabilitación de la antigua minicentral, los edificios y las bañeras, así como la recuperación de los molinos y otros elementos patrimoniales y etnográficos que existen en el entorno, una zona en la que se podrá disfrutar de los beneficios de aguas termales a través de pozas públicas. "Es un proyecto muy completo y bien diseñado que va a servir para poner en valor esta emblemática zona, recuperar nuestro pasado y contar con un nuevo e importante atractivo turístico", dijo Cubela. El dirigente local, que ayer consideró que el municipio está ante "un momento histórico", avanzó que con el proyecto redactado y la financiación cerrada, la licitación de esta actuación se activará para que el concurso público de ejecución de las obras pueda hacerse este año.

Cristina García concibió la rehabilitación de esta zona "para la puesta en valor de las aguas mineromedicinales y la recuperación de un patrimonio cultural industrial como es la central eléctrica, abandonada en un enclave fluvial de gran belleza paisajística". De este modo, se plantea la rehabilitación de esta antigua minicentral como balneario para el uso de aguas sulfurofluoradas, la recuperación de los molinos para su conversión en saunas y las edificaciones anexas para espacios de hostelería, aunque también habrá zonas de ocio con plataformas de madera, fuentes cubiertas para poder beber las aguas y puesta en valor de otros elementos, así como una mejora de los accesos y urbanización.

Desde el Concello se explicó que en primero lugar se reordenará la zona, manteniendo las antiguas bañeras y reconstruyéndolas para que puedan ser empleadas de modo libre. Esta zona de entrada también será mejorada, buscando siempre que el agua sea la gran protagonista. A continuación se procederá ala rehabilitación de la antigua minicentral para convertirla en balneario, escogiéndose el concepto de ruina, evocador de la historia del lugar. La casa del molinero y los cuatro molinos existentes en el entorno se restaurarán para completar la red de servicios propia de un balneario en el que se potenciará la conexión directa con la naturaleza.