Con las obras de la nueva alameda de A Estrada como telón de fondo, el BNG anunció en la mañana de ayer su intención de llevar al Parlamento Europeo esta actuación. La eurodiputada Ana Mirada indicó que este grupo presentará en primera instancia una pregunta ante la Comisión Europea y, tras su respuesta, una denuncia en la Comisión de Peticiones por lo que los nacionalistas estiman "un mal uso de fondos europeos" en una actuación que, a su juicio, no contó con la necesaria participación de la ciudadanía.

El Bloque consideró esta obra como un "caso paradigmático" de "cómo se malgastan los fondos europeos" y estimó que esta inversión, lejos de procurar una cohesión, suscitó oposición ciudadana. La eurodiputada estuvo acompañada por el líder de esta fuerza en A Estrada, Xosé Magariños, y por varios integrantes de esta formación política. "Es pagar para destruir en lugar de para construir", consideró Miranda, que quiso apuntar la tala de varios árboles en estos jardines municipales y dejar caer la posibilidad de recurrir por este asunto al Seprona.

La eurodiputada apuntó que la Comisión Europea tarda en responder alrededor de 40 días y que será después cuando el BNG se dirija a la Comisión de Peticiones. Entiende que el de la alameda estradense es "un caso paradigmático" y que existen "otras prioridades para la inversión de estos fondos", citando como ejemplo el saneamiento o el abastecimiento. Remarcó en este sentido que España paga "36.000 euros al día" por no tener saneado todo el territorio. Recalcó Ana Mirada otras necesidades como un centro de día, un centro social, lugares para la juventud o centros para la tercera edad. Añadió que la decisión de destinar estos fondos europeos a la obra que se encuentra en ejecución en los jardines municipales supone "invertir en destrozar una obra que ya se hiciera; en remover ese cemento para hacer un macroproyecto al estilo que se hace ahora, un poco fantasmagórico", opinó. Añadió que esta actuación se hace "sin contar y sin pensar en la gente". Estimó que "no es normal que se deje la zona cerrada durante meses", con los correspondientes perjuicios que augura para los comerciantes del entorno y para los propios vecinos.

El BNG puso el acento en la participación. Miranda subrayó que la inversión de fondos europeos exige que se dé participación a los ciudadanos. "¿Qué consultas se hicieron aquí? ¿Qué explicaciones a la vecindad?", cuestionó. Diversos integrantes del Bloque local respondieron a estas preguntas asegurando que lo que se hizo en este sentido fue "un paripé".