La denegación del permiso para la feria de saldos fue motivo de discusión en el seno de la junta de gobierno local. Así lo corroboró ayer el concejal de Turismo, Francisco Vilariño, uno de los que se opuso a su celebración, al tiempo que aseguraba que entre los partidarios de la misma se encontraban el alcalde y el concejal de Comercio. "Entendemos que el fin de semana del Cocido no es el idóneo para una feria de oportunidades", explica Vilariño, que aclara que, tras un intercambio de opiniones, la decisión final fue adoptada por unanimidad. Él mismo se lo explicó ayer al presidente de la AED, Antonio Lamas, que lo llamó por otra cuestión. "Cualquier otro fin de semana estaremos encantados, pero no se entendería dentro de la Feira do Cocido", concluye Vilariño, que recuerda que la AED "tiene más apoyo de este gobierno que de ningún otro" y desvincula esta decisión de la guerra fría que mantienen Cuíña y Lamas.

Competencia desleal

La "competencia desleal" fue otro de los motivos para la negativa. El Concello saca a concurso los puestos de la Carpa Mahou y su entorno y los adjudicatarios "pagan para instalarse", por lo que "no sería justo" que otros los montasen gratis. Vilariño subraya que incluso fueron desestimadas algunas peticiones para disponer en el Campo da Feira Vello "de un espacio diáfano para que la gente pueda moverse". Por eso y por razones de movilidad en una jornada en la que Lalín está "colapsado", también fueron rechazadas las otras dos alternativas.