Coincidía con el mercadillo del día 4, no llovía y además mucha gente aprovechó para acercarse al casco urbano y cobrar su pensión. Así que la Feira Gastronómica do Chourizo, que Vila de Cruces celebra por 27º año, tenía todo a su favor para volver a ser un éxito. Y vaya si lo fue: la organización indica que se prepararon en torno a 300 kilos de este producto o, lo que es lo mismo, 7.000 unidades. La degustación gratuita comenzó pasadas las 12.00 horas y en torno a las 14.00 ya no quedaba nada. Los comensales pudieron disfrutar de su sabor con vino del país y las filloas elaboradas por José Molina, más conocido en Cruces y en la comarca por O Catedrático da Filloa. A diferencia de la Feira da Castaña, que se celebra en noviembre, en la de ayer no hubo puestos de venta de alimentos de temporada. Pero sí acudieron dos colectivos de personas con diversidad funcional para vender productos que crean en sus diferentes talleres.