Agentes medioambientales de la Xunta se desplazaron ayer, pasado el mediodía, a los montes de Cristimil para inspeccionar la zona en la que bebieron los cuatro perros que murieron envenenados el domingo. Además, desde la Benemérita se indica que el Seprona investiga las causas, "aún desconocidas", de estos hechos.

Los tres agentes de la Xunta peinaron la zona en busca de indicios que permitan determinar la sustancia tóxica, así como de cadáveres de otros animales que pudiesen beber el agua contenida dentro de unos plásticos de silo y que tocaron los cuatro perros y una quinta, de raza beagle y de siete años, que continúa ingresada y grave en una clínica de Lalín. Durante toda la tarde revisaron esos plásticos en los que bebieron los perros el domingo, y sobre los que ya apenas quedaba agua ni resto de ninguna sustancia tóxica ayer. En un radio de 500 metros tampoco aparecieron cadáveres de otros animales que pudiesen haber perecido por esta ingesta. Los agentes hablaron con vecinos del lugar y personas que suelen usar el monte con frecuencia (para caza, tareas agrícolas o como zona de esparcimiento), y ninguno de ellos manifestó haber perdido ningún animal por intoxicación en los últimos tiempos. Los tres efectivos contactaron además con organizaciones ecologistas, que indican que el modus operandi tradicional a la hora de envenenar especies salvajes no es con estricnina (es un polvo que se diluye en agua), sino con trozos de carne con sustancias tóxicas. En cualquier caso, tampoco se encontraron cebos, así que los agentes contactarán con el propietario de los perros para repasar durante los próximos días todos los enclaves en los que pudieron merodear estos canes.

Por otra parte, el Concello de Lalín considera este envenenamiento "un hecho vergonzoso y delictivo, una acción que solo puede ser realizada por una persona desaprensiva". El gobierno de coalición alerta de las consecuencias que puede traer el envenenamiento sobre fauna salvaje, pero también sobre perros domésticos (como acaba de ocurrir) o incluso sobre personas. Si llueve, las sustancias tóxicas pueden filtrarse en la tierra e incluso llegar a manantiales de agua. El Concello solicita que se investiguen todos los hechos y confía en que las pesquisas puedan esclarecer la autoría del presunto envenenamiento, para así sancionar a los culpables.